“Los combatientes extranjeros son una preocupación. Son responsables de actos criminales y todavía pueden ser una amenaza”, dijo antes de presidir una reunión de ministros de Defensa de la Alianza, en Bruselas.
Ciudadanos europeos con pasaje por Siria e Irak estaban entre los terroristas que atacaron o planearon ataques contra diversas ciudades europeas en los últimos años.
La víspera, el secretario de Defensa de Estados Unidos, James Mattis, dijo esperar que los países europeos “se responsabilicen” de los “cientos” de ciudadanos extranjeros detenidos mientras luchaban al lado del EI, a fin de impedir que “vuelvan a la calle en Ankara, Túnez, París o Bruselas”.
Stoltenberg coincidió en que cada país de origen de esos yihadistas, y no a la OTAN, le compete decidir dónde serán juzgados y detenidos una vez que son capturados.
El líder aliado también señaló que el EI “seguirá siendo una amenaza incluso cuando ya no controle ningún territorio”, por lo que es importante entrenar las fuerzas del orden iraquíes para combatir el grupo.
En su reunión de este miércoles y jueves, los ministros de Defensa de la OTAN tienen previsto dar luz verde a una misión de entrenamiento militar solicitada por el gobierno de Irak.
“Esto generará fuerzas y financiación. Ello ayudará a mantener Irak más seguro, y a nosotros más seguros”, dijo Stoltenberg.
El objetivo es que la misión sea oficialmente lanzada durante la próxima cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en julio.
En cuanto a la situación en la frontera norte de Siria, donde Turquía lleva a cabo una campaña represiva contra fuerzas kurdas, el secretario general reconoció como “legitimas” las preocupaciones de Ankara, pero dijo esperar que responda “de manera proporcionada y comedida”.
Las acciones turcas han generado tensión con Estados Unidos, que apoya a los kurdos en su lucha contra el EI en la región.