Los citados compuestos entran a formar parte de una nueva "lista de vigilancia" de compuestos emergentes para controlar y abordar si es necesario.
Los Veintisiete tienen hasta el 12 de enero de 2023 para establecer requisitos de seguimiento en toda la cadena de suministro de agua potable, así como para tomar medidas si se superan los valores orientativos.
La Comisión actualizará la lista "si surgen nuevas sustancias que probablemente estén presentes en el agua potable y puedan representar un riesgo potencial para la salud, como disruptores endocrinos, productos farmacéuticos o microplásticos", añadió el Ejecutivo comunitario.
"No se puede comprometer los estándares de calidad de nuestra agua del grifo", declaró el comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius.
Los disruptores endocrinos son sustancias químicas que pueden afectar al sistema hormonal del organismo humano.