Bruselas quiere poner fin a las lámparas de mercurio

La Comisión Europea propuso este viernes poner fin al uso de mercurio en la gran mayoría de las lámparas en las que todavía está permitido como excepciones a la regla general, informó la institución en un comunicado.

61cdea4a550621234852022e9a034d0fca60d025miniw.jpg

El comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, en una fotografía de archivo. EFE/EPA/OLIVIER HOSLET

El objetivo de Bruselas es mejorar la protección de la salud y el medioambiente frente a sustancias peligrosas y las autoridades se basaron en un estudio llevado a cabo desde 2016 que concluyó que existen en el mercado alternativas seguras y sin mercurio para lámparas fluorescentes.

"Existen lámparas libres de mercurio y deben imponerse. Con estas reglas para retirar el mercurio la UE muestra su determinación para proteger la salud y el medioambiente y para promover la innovación industrial", defendió el comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius.

En particular, el Ejecutivo adoptó una docena de normativas con las que retira una "gran mayoría" de las excepciones recogidas en las reglas actuales sobre el uso de sustancias peligrosas en dispositivos eléctricos y electrónicos.

Las doce normativas serán enviadas ahora al Parlamento Europeo y al Consejo de la UE (que reúne a los Estados miembros) y ambas instituciones disponen de un plazo de dos meses para oponerse, aunque no pueden introducir modificaciones.

El planteamiento de Bruselas contempla periodos de transición que oscilan entre los 12 y los 18 meses para permitir que los operadores económicos se "ajusten" a las nuevas reglas.

No obstante, se seguirá permitiendo el uso de mercurio en ciertas categorías de lámparas en el sector industrial y médico puesto que "no hay sustitutos suficientes" libres de este metal.

La Comisión Europea calcula que hay unas 5,000 millones de lámparas en el mercado comunitario que contienen mercurio, la mayoría compactas y fluorescentes, así como que poner fin a las excepciones actuales derivará en una reducción de aproximadamente 2,800 kilogramos de mercurio.

Las autoridades comunitarias también argumentan que la eliminación gradual de las lámparas con mercurio "generaría beneficios totales netos con el paso del tiempo" gracias a unos mayores ahorros energéticos y también contribuiría al recorte de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Por otro lado, Bruselas destacó que la transición no será complicada porque muchas lámparas que contienen el metal podrán ser reemplazadas al final de su ciclo de vida "sin tener que hacer cambios en la instalación", así como que su retirada "dará un impulso adicional a la innovación" y a la expansión de otras tecnologías, como el LED.