Cambio climático contribuyó a nueva ola migratoria desde Centroamérica

La migración desde El Salvador, Guatemala y Honduras hacia Estados Unidos está motivada en gran parte por la pobreza y el hambre, agravadas por las condiciones de sequía asociadas con el fenómeno El Niño, concluyó un nuevo informe dada a conocer hoy aquí.

El reporte, presentado en la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA), analiza la conexión entre la inseguridad alimentaria y la migración en esas tres naciones, a través de las cuales se extiende una de las zonas más vulnerables de la región, conocida como “el corredor seco”.

Bajo el título “Seguridad Alimentaria y Emigración: Por qué la gente huye y el impacto que esto tiene en las familias que permanecen en El Salvador, Guatemala, y Honduras”, el documento ofrece una lectura diferente detrás del reciente resurgimiento de la migración proveniente de esas tres naciones.

La nueva ola migratoria iniciada a principios de 2014, conformada en especial por niños que viajaban solos y madres de familia con sus hijos, proveniente del llamado ‘Triangulo Norte’ compuesto por esos tres países centroamericanos, fue atribuida al deterioro de la seguridad, especialmente en El Salvador y Honduras.

El informe sostiene que durante 2016, el 47 por ciento de los hogares de El Salvador, Guatemala y Honduras ubicados en ‘el corredor seco’, y donde alguno de sus miembros había emigrado, padecían de inseguridad alimentaria.

El hallazgo principal del análisis apunta a la necesidad de invertir en programas a largo plazo para desalentar la migración hacia Estados Unidos entre los residentes de esa región, considerada una de las más vulnerables en Centroamérica.

Miguel Barreto, director regional para América Latina y el Caribe del Programa Mundial de Alimentos (PMA), una de las organizaciones responsables del informe, dijo que el documento ofrece una importante visión sobre las causas detrás de esa migración.

El canciller de El Salvador, Hugo Martínez, consideró que el estudio reafirma el nexo entre la seguridad alimentaria y la migración, y recordó que el impacto del cambio climático ha sido drástico en esa región, en particular para su país.

“Sólo en 2015 nosotros perdimos cuatro millones de quintales de maíz, que equivale a 470 mil toneladas de maíz, y también perdimos unos 60 mil quintales de frijol, que son unas seis mil toneladas”, precisó durante la ceremonia de presentación del reporte.

Este estudio fue financiado y producido conjuntamente por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el PMA, con la colaboración de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la OEA.

Fuente: Notimex