El agua cálida provoca que los peces sean más pequeños y menos móviles

"El calentamiento de las aguas supone un doble golpe para los peces, ya que no sólo les hace evolucionar hacia un tamaño más pequeño, sino que también reduce su capacidad para desplazarse a entornos más adecuados".

Por Tim Radford
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Ihor Malytskyi.

El cambio climático podría poner en aprietos a los peces del mundo. El doble peligro del calentamiento global y la sobrepesca podría estar provocando que los peces sean más pequeños y menos móviles, convirtiendo las sardinas y los arenques, las anchoas y las sardinas en porciones cada vez más pequeñas.

Ya ha ocurrido antes: un nuevo estudio sobre la evolución de las especies de peces en los últimos 150 millones de años ha encontrado una clara evidencia de los altibajos del tiempo: a medida que aumenta la temperatura del océano, los peces tienden a hacerse más pequeños y a desplazarse menos.

"El calentamiento de las aguas supone un doble golpe para los peces, ya que no sólo les hace evolucionar hacia un tamaño más pequeño, sino que también reduce su capacidad para desplazarse a entornos más adecuados", afirma Chris Venditti, de la Universidad de Reading (Reino Unido).

"Nuestra investigación apoya la teoría de que los peces se harán más pequeños a medida que los océanos se calienten con el cambio climático, pero revela la preocupante noticia de que tampoco podrán evolucionar para hacer frente a la situación con tanta eficacia como se pensaba en un principio".

"Esto tiene graves implicaciones para todos los peces y nuestra seguridad alimentaria".

El profesor Venditti y sus colegas de Chile y Perú informan en la revista Nature Climate Change que aplicaron sutiles técnicas estadísticas a las pruebas de la evolución de los peces acumuladas en una base de datos internacional llamada The Fish Tree of Life para conocer el vínculo entre la temperatura y el tamaño en un orden marino, los clupeiformes.

Este grupo abarca el arenque del Atlántico y del Pacífico, la sardina japonesa y sudamericana, la anchoa, etc. Pero lo que es cierto para un orden es probablemente cierto para casi todos los peces: los océanos más cálidos significan más estrés.

Y el estrés está en camino. En los últimos 150 millones de años, los peces han tenido que adaptarse a los cambios de temperatura, pero sólo a un ritmo de unos 0.8°C por cada mil años. Desde 1981, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, los mares se han calentado a razón de 0.18°C por década.

La evolución está en peligro

El hallazgo apoya lo que los biólogos ya saben: que los animales que se enfrentan a temperaturas más altas tienden a evolucionar hacia tamaños más pequeños.

No es que los peces no estuvieran ya sintiendo el calor. A medida que las aguas se calientan, su capacidad de oxígeno disuelto disminuye. El desove se vuelve más problemático. La migración se hace más urgente, pero para las criaturas más pequeñas con menores reservas de energía también es más difícil.

En los caladeros tradicionales del mundo, el tamaño total de las capturas está disminuyendo, al igual que el tamaño de los peces. Y, según las últimas investigaciones, el calentamiento de las aguas podría limitar la capacidad de evolución de nuevas especies que puedan adaptarse a las condiciones cambiantes.

"Esto tiene graves implicaciones para todos los peces y nuestra seguridad alimentaria", dijo el profesor Venditti, "ya que muchas de las especies que comemos podrían ser cada vez más escasas o incluso inexistentes en las próximas décadas".

* Este es un artículo de Climate News Network bajo una licencia Creative Commons.

Fuente: Climate News Network