El empresariado alemán alerta contra los aranceles por el plan de descarbonización

El empresariado alemán advirtió este jueves del peligro de que la imposición de aranceles por la aplicación del plan de descarbonización de la Unión Europea (UE) alimente guerras comerciales y pidió más apoyos para no perder competitividad.

"La industria alemana espera más respaldo de Bruselas en la carrera mundial por las mejores soluciones de protección climática para que el 'Acuerdo Verde' de la UE se convierta en una verdadera estrategia de crecimiento", declaró la poderosa Federación de la Industria Alemania (BDI) .

Pero advirtió además en un comunicado: "El peligro de las barreras a la importación para Alemania como nación exportadora no se ha evitado. Los aranceles climáticos plantean el riesgo de nuevos conflictos comerciales".

La BDI considera que "la UE está mostrando una hoja de ruta audaz y concreta para el camino de Europa hacia la neutralidad climática. Con sus propuestas para lograr los objetivos climáticos, la UE finalmente está tomando medidas después de discutir los objetivos".

Esta fue la respuesta del empresariado alemán a la presentación, este miércoles, por parte de la Comisión Europea de la propuesta "En forma para el 55" (Fit For 55)", el plan para que la UE reduzca en 2030 sus emisiones equivalentes de dióxido de carbono (CO2) al menos en un 55 % con respecto a 1990 como paso intermedio para alcanzar la neutralidad climática en 2050.

La BDI sin embargo consideró que "a la industria alemana le faltan respuestas importantes a preguntas clave sobre el mantenimiento de la competitividad de Europa como un lugar para la industria y la innovación".

Y advirtió que el plan de Bruselas "solo tendrá éxito y será imitado internacionalmente si nuestra industria sigue siendo competitiva a nivel mundial a pesar de la descarbonización. Las soluciones europeas de protección del clima pueden y deben convertirse en un éxito para las exportaciones".

La BDI pidió por lo tanto un "marco confiable" que haga que las "inmensas inversiones" requeridas en procesos y tecnologías respetuosas con el clima sean económicamente atractivas.

El empresariado alemán estima que la "prohibición de hecho" para los motores con combustión de energías fósiles "es la respuesta equivocada a los retos de la protección del clima en el transporte".

En ese ámbito la BDI estima que "se pueden utilizar todas las opciones tecnológicas posibles. Esto también incluye al hidrógeno y otros combustibles neutrales en CO2. Comprometerse unilateralmente de facto con la electromovilidad pura es muy arriesgado y restringe las oportunidades del mercado internacional".

Los empresarios alemanes reconocen que Europa se enfrenta "a la tarea del siglo", que consiste en demostrar al resto del mundo que es posible continuar siendo un continente industrial y al mismo tiempo ser climáticamente neutrales.

Pero añaden que "en el futuro, la UE tendrá que esforzarse más para lograr las mismas reglas para la protección del clima en todo el mundo, comenzando por los países del G7 y del G20. La diplomacia climática debe recibir aún más peso en el futuro".