Así lo expresó hoy Evelio Acevedo, director gerente del museo, que en la presentación de la exposición insistió en la función nutritiva del agua, "no solo a nivel físico, sino también espiritual".
A través de imágenes de lagos, fuentes, corrientes, ríos, mares, puertos o incluso escenas cotidianas, el recorrido muestra las diferentes formas en las que se ha representado este recurso natural en todas las culturas desde el siglo XIV hasta nuestros días.
El recorrido es "una oportunidad para reconectar con uno mismo y con la naturaleza" y permite al espectador "introducirse en paisajes emocionales de gran diversidad" y ser consciente también de las múltiples connotaciones simbólicas, sociológicas, literarias o estéticas que ha adoptado el agua desde los inicios de la humanidad.
Acevedo destacó la intención de este nuevo itinerario por sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la sostenibilidad, el cuidado de los recursos naturales y la importancia del consumo racional del agua.
Afín a este compromiso con el planeta se mostró también Raúl Lozano, director general de "Hamman Al-Ándalus" -entidad patrocinadora de la exposición- que resaltó su voluntad por "amplificar el valor del arte y también del agua", así como colaborar para que se produzca un "cambio de paradigma social" en la forma de concebir el sentido del bienestar, que "nada tiene que ver con lo económico, sino con la forma de estar y cuidar el mundo".
Con obras como "La ninfa de la fuente", del artista luterano del siglo XVI Lucas Cranach El Viejo, u otras muy diferentes como "Mujer en el baño'" del artista pop-art del siglo XX Roy Lichtenstein, la exposición muestra cómo, a lo largo de la historia, "los pintores se han visto concernidos e inspirados por las mismas temáticas", como la relación del agua como la femineidad, que pone en relación a las citadas obras.
Asimismo, "Imágenes del agua" invita a la sociedad a mirar el entorno hídrico con los ojos de pintores como Monet, Hubert Robert o Sebastiano Ricci y a reflexionar sobre otros muchos temas tales como la relación del ser humano con la naturaleza, la conquista de esta, la vulnerabilidad entre la fertilidad y la destrucción que originan los recursos naturales, la espiritualidad y los rituales ancestrales vinculados a los elementos, o el puro disfrute de la contemplación, entre otros.