Expertos analizan nuevas formas de cooperación global para la alimentación

El aprovechamiento racional y no agresivo con los ecosistemas de los recursos procedentes del medio marino y del desierto para satisfacer las cada vez mayores necesidades alimenticias a escala global es el tema central de la I Cumbre internacional sobre Alimentación del Mar y del Desierto, que se inauguró hoy en la ciudad meridional israelí de Eilat y que concluirá el próximo día 20.

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La I Cumbre internacional sobre Alimentación del Mar y del Desierto que se inauguró hoy en la ciudad meridional israelí de Eilat. EFE/Fernando Prieto Arellano

El objetivo de esta conferencia, según plantearon los intervinientes, es buscar medios para aprovechar entornos como el marino y el desértico para optimizar los recursos que brindan sin necesidad de caer en la sobreexplotación de los ecosistemas, sino mediante técnicas de acuicultura, "granjas" para la cría de especies y la obtención de recursos alimenticios de alto valor nutricional basados en microalgas criadas en un ambiente en apariencia tan hostil como es el desierto.

En este sentido, el ministro israelí de Agricultura, Oded Forer, afirmó que lo que se ofrece en esta conferencia internacional significa "una gran oportunidad no solo para Israel sino para la región" de Oriente Medio en conjunto, e incluso con vistas a proporcionar una colaboración con otros países dado que el problema de la escasez de alimentos, del debilitamiento de los recursos y del cambio climático, al que de una manera u otra todo ello está vinculado, tiene una dimensión global, no simplemente local o regional.

"Israel comparte fronteras con Egipto y con Jordania; y desde Eilat estamos muy cerca de Arabia Saudí. Por este motivo, creemos que podemos ofrecer soluciones e ideas para muchas regiones del mundo basadas en el desarrollo agrícola y marino", con técnicas modernas, dado que "esta es una gran oportunidad para trabajar todos juntos", dijo Forer.

Dada la situación de Eilat, en el extremo sur de Israel, al final del desierto del Neguev y a orillas del mar Rojo, el escenario es idóneo para experimentar estas técnicas de acuicultura y aprovechamiento del medio desértico y de expandirlas a los países vecinos, comentó el ministro israelí.

De hecho, a la conferencia asiste una nutrida representación de alto nivel de países árabes, como Marruecos, Jordania, Baréin, Emiratos Árabes Unidos, así como de Moldavia, Rumanía, Malta, Azerbaiyán, Ghana y Ecuador.

"Pretendemos exportar una idea de desarrollo a todo el mundo", indicó Forer, quien señaló que en este proyecto no es solo del Gobierno israelí exclusivamente, sino que es fundamental la aportación de los científicos, y los investigadores, así como del sector privado, que debería ver en este nuevo esquema de desarrollo alimentario una oportunidad de negocio.

"Estamos configurando un completo ecosistema educativo, económico e industrial que pondrá la biotecnología marina y la acuicultura en el corazón de la actividad local y comarcal", afirmó por su parte la directora general del ministerio israelí de Agricultura, Naama Kaufman Faas.

"Esta es una gran inversión en nuestro futuro en Israel, en la diversidad ocupacional, en la educación científica, en la agricultura innovadora y en el establecimiento de procesos de producción de alimentos y el suministro continuo de productos. Lo que aprendamos aquí será útil para todo el mundo para hacer frente al cambio climático y su efecto en nuestra seguridad alimentaria", subrayó.

Por su parte, en declaraciones a EFE, el viceministro de Agricultura de Ecuador, Pablo Weber, señaló que esta conferencia es una gran oportunidad para obtener "información e inversión en nuestro país."

"Ecuador es un país en desarrollo en el que todo está por hacer", indicó el viceministro ecuatoriano, quien afirmó que esta reunión de Eilat puede brindar interesantes oportunidades de innovación para su país, sobre todo en lo relativo al medio agrario y rural, basadas en una modernización de técnicas y una optimización de los recursos que lo hagan atractivo para las jóvenes generaciones."

"Actualmente la edad media de los agricultores en Ecuador es de 50 años. Queremos impulsar que el joven vuelva al campo, si lo desea" y para ello es necesario un proceso modernizador, manifestó Weber.