Greenpeace hace flotar un globo aerostático para mayor implicación climática en la UE

Activistas de Greenpeace hicieron flotar este jueves un globo aerostático junto a las instituciones europeas en Bruselas para pedir más implicación a los líderes de la Unión Europea (UE), que se reúnen presencialmente en la cumbre del Consejo este jueves y viernes, y advertir de que los gobiernos “no están haciendo lo suficiente” para afrontar la emergencia climática.

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Greenpeace hace flotar un aerostático para mayor implicación climática en la UE

Con la consigna “UE: ¿en qué planeta estás?”, un enorme globo aerostático que emulaba al planeta Tierra voló durante unos minutos en el Parque del Cincuentenario bruselense, a escasos metros de los edificios de la Comisión Europea (CE) y del Consejo, como una acción simbólica por la que la organización ecologista pide más implicación a los Estados miembros.

“Los lideres europeos están debatiendo un objetivo climático que es insuficiente y peligroso”, dijo a Efe el asesor de política climática para Greenpeace en la UE, Sebastián Mang, quien añadió que deben “fijar un objetivo con base científica” basado en la eliminación de los combustibles fósiles y que promueva una “economía verde”

El activista de la organización ecologista insistió en que los lideres de los Veintisiete “no están haciendo lo que es necesario” y subrayó que deberían promover “directamente a soluciones limpias como el transporte público”.

La organización ecologista criticó en un comunicado que “la mayoría de los gobiernos respaldan una reducción del 55 % en las emisiones de la UE para 2030, pero varios países de Europa central y oriental quieren más fondos para gas y energía nuclear cambio de apoyo”.

Los líderes de los Veintisiete se reúnen este jueves y viernes en una cumbre presencial en Bruselas en la que también abordarán la cuestión de la crisis climática.

Después de que la CE pidiese aumentar del 40 % actual al 55 % la reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) en 2030 en relación con los niveles de 1990, una ambición que la Eurocámara elevó al 60 %, se esperaba que el Consejo fijara su posición para la negociación final entre las tres instituciones.

No obstante, según apuntó una fuente europea, “hay muchos instrumentos en el presupuesto y el fondo relacionados con el clima”, lo que hace imposible que los países fijen una meta concreta porque "necesitas un objetivo para saber lo que quieres hacer y alcanzarlo".