Las ONG ansían un pacto como el del clima de París para salvar la naturaleza

193 países cerraron en la cumbre de París de 2015 un acuerdo climático considerado histórico porque, por primera vez, fijaba un compromiso para limitar a 1.5 grados el calentamiento global. Un pacto con objetivos concretos que, ahora, las ONG ansían exportar a la preservación de la naturaleza.

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Fotografía de archivo de la biodiversidad del parque Carara, ubicado en el pacífico central de Costa Rica. EFE/ Jeffrey Arguedas

Las delegaciones europeas de las organizaciones ecologistas Greenpeace y World Wide Foundation (WWF) quieren que la cumbre mundial para la biodiversidad de Naciones Unidas que empieza hoy en Montreal (Canadá), más conocida como COP15, arranque a los Estados el compromiso de proteger el 30 % del planeta en 2030.

"Queremos asegurarnos de que hay nuevos objetivos para aumentar la superficie de áreas protegidas en las tierras y en los mares", asevera en una entrevista telemática con EFE la portavoz de la delegación ante la Unión Europea (UE) de Greenpeace, Sini Eräjää.

Sin embargo, Eräjää puntualiza que "aún es más importante" que el eventual acuerdo global de la COP15 de Montreal "establezca mecanismos para garantizar la rendición de cuentas de los gobiernos" por el riesgo, dice, de que todo quede en papel mojado.

"Muchos de los objetivos de la UE en sus previas estrategias de biodiversidad no han sido incorporados en ninguna legislación, y nosotros lo echamos de menos en su momento. Es algo que no podemos permitir que pase de nuevo esta vez", denuncia la activista.

A la espera de su desarrollo a la práctica, tanto en Greenpeace como en WWF están, en general, "satisfechos" con las ambiciones que la UE presenta a esta cumbre mundial sobre la biodiversidad.

La Comisión Europea aspira a cerrar un nuevo marco de trabajo global para garantizar que los humanos viven "en armonía con la naturaleza" en 2050, y que incluye la meta de frenar en 2030 la extinción de especies conocidas y en 2050 la de desconocidas.

"Sin embargo, lo que nos decepciona es el nivel de ambición (de la UE) en la reducción de la huella ecológica de producción y consumo. Creemos que debe reducirse a la mitad para 2030", asegura uno de los portavoces de WWF ante la UE, Guido Broekhoven, durante una entrevista telemática concedida EFE.

"El compromiso y la aspiración actuales de la UE son mucho más vagos y hablan de volver a lo que el planeta puede sostener para 2050. Eso es mucho más tarde y una ambición mucho menor", añade Broekhoven, que participa en Montreal como observador de la COP15.

Otro punto que también preocupa a WWF es de donde saldrá el dinero para pagar la protección de la naturaleza, ya que, según Broekhoven, no solo la UE y sus Estados miembros, sino también la comunidad internacional, "necesitan hacer mucho más para cerrar la brecha global en la financiación de la biodiversidad".

Precisamente, la cumbre climática global de Naciones Unidas de este año, celebrada en noviembre en Sharm el Sheij (Egipto), acordó la creación de los fondos de compensación por 'daños y pérdidas' para los países pobres que apenas sufren los efectos de un cambio climático del que no son responsables.

"Un número de países piden un nuevo fondo global para la biodiversidad. Obviamente, el hecho de que haya el compromiso de crear uno en materia climática puede dar más impulso para crear otro también a nivel de biodiversidad", indica el portavoz de WWF.

Para Broekhoven, esta COP15 es "una oportunidad única" para lograr un pacto global que revierta la pérdida de naturaleza, aunque, si finalmente la cumbre cierra sin ningún acuerdo, él preferirá mantener la calma.

"Aquí es esencial saber que la naturaleza puede dar marcha atrás. La naturaleza puede restaurarse. Obviamente, las especies que se extinguen no volverán, pero los ecosistemas sí que pueden recuperarse", asegura el activista de WWF.

"No pasa muy a menudo, pero estoy un poco esperanzada. Hemos pedido un nuevo pacto por la naturaleza y soy optimista con que vamos a lograrlo", manifiesta, en la misma línea, la portavoz de Greenpeace, Sini Eräjää.

Pese al optimismo, las ONG ecologistas hacen un llamamiento a frenar hoy la pérdida de naturaleza para no esperar a restaurarla mañana, ya que, según dicen, es un proceso largo, caro y complejo.

"Aún hay tiempo. Aún hay tiempo, porque de momento no es una cuestión de todo o nada. Y sea cual sea el tiempo que nos quede, cualquier acción que podamos realizar será útil, porque se trata de lograr pasos pequeños en la buena dirección", sentencia Eräjää.