Las propuestas se mueven pero avanzan poco en una COP27 pasada de fecha

El estancamiento de las negociaciones para un acuerdo en la cumbre del cambio climático de Naciones Unidas (COP27) recibió un impulso esta última jornada oficial de reuniones con una propuesta de la Unión Europea para resolver el candente punto de las pérdidas y daños, si bien no parece haber habido muchos avances ni acercamientos de postura.

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El vicepresidente de la Comisión Europea (CE), Frans Timmermans, durante una entrevista mantenida con la Agencia EFE en el ámbito de la cumbre del clima de Sharm el Sheij, Egipto, el pasado miércoles. EFE/ Marta Montojo

El retraso notable en los procedimientos ha llevado a que solo este viernes, día oficial de cierre, se conociera también el primer borrador de la declaración final - en la COP26 de Glasgow fue dos días antes del final-, un documento farragoso y sin novedades de calado.

Sobre ese documento, aún con muchas opciones abiertas, tendrán que trabajar los negociadores.

Allí se recogen de momento promesas y compromisos relacionados con la transición energética, la diversificación de la energía y se subraya la importancia de evitar un retroceso en las promesas relacionadas con la acción y el apoyo de otras COP.

También urge a aumentar la proporción de las renovables en el mix energético y alienta los esfuerzos para acelerar las medidas encaminadas a la reducción progresiva de la producción de la energía con carbón más emisora, y a la eliminación progresiva y racionalización de las subvenciones ineficientes a los combustibles fósiles, "en consonancia con las circunstancias nacionales y reconociendo la necesidad de apoyar la transición justa".

No aparecen las aspiraciones de los grupos ecologistas o de países como la India de que el texto recogiera la petición de reducir gradualmente la producción de combustibles fósiles, pero sí se valoran los aportes científicos para reafirmar las medidas para limitar el calentamiento global.

EUROPA

El "impasse" de las negociaciones tuvo en la madrugada su primera sorpresa, con la propuesta de la Unión Europea de una "oferta final" para establecer un fondo específico para la financiación de pérdidas y daños, pero bajo dos condiciones: que vaya dirigido a los países "más vulnerables" y que cuente con una amplia base de donantes.

Este fondo era una de las exigencias de los países en desarrollo desde el inicio de la reunión, un extremo al que se negaban los países desarrollados.

La propuesta europea incluía matices, pues tendría que "basarse en la situación económica de los países en 2022 y no de 1992", una clara alusión a países como China, que no deberían calificarse actualmente como país en desarrollo y por tanto deberían aportar a dicho fondo.

Fuentes de la UE indicaron a un grupo de medios que la medida se dio para destrabar la crisis y para impulsar la confianza entre las partes, ante el riesgo además de que el tema de las pérdidas y daños bloqueara las negociaciones de otros temas centrales, como la mitigación.

China ya expresó sus críticas a la propuesta y otras voces indicaron que lo que podría conseguir tan solo es dividir al G77, lo que algunos de sus representantes descartaron.

Al menos así lo comentó la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Susana Muhamad, quien en un encuentro con la prensa indicó que el G77, al que pertenece, sigue trabajando de forma conjunta y con la idea firme de que la COP27 concluya con una "decisión política" de crear un fondo para pérdidas y daños que tenga "unos recursos predecibles y concretos".

"Se quiere que haya una decisión política sobre la necesidad de establecer este fondo de pérdidas y daños y que tenga unos recursos predecibles y concretos. Y por lo tanto no enmarañar el texto con un montón de posiciones técnicas y desarrollos, sino que sea un texto simple, con una posición política clara y una decisión proactiva de crear este fondo de pérdidas y daños", dijo en referencia a la propuesta europea.