El juzgado medioambiental, que decidía sobre una apelación de organismos ecologistas que se oponen a la construcción de esta planta, dijo que la Agencia Nacional de Gestión Ambiental (NEMA) realizó su evaluación sin tener en cuenta la ley medioambiental del país o una ubicación alternativa para la central.
Los gruposecologistas argumentan que los efectos adversos de la planta incluyen muertes prematuras y lluvia ácida, que pueden afectar a la población local y el pueblo de Lamu, considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El Gobierno pretende reducir considerablemente los precios de la electricidad con este proyecto eléctrico, que se suma a otras iniciativas más limpias, como el campo eólico de Turkana, en el noroeste del país, o la central geotérmica de Naivasha (centro).
Hace dos semanas, las comunidades de Lamu y la vecina de Kitui junto a Greenpeace Africa le entregaron al Ministerio de Energía y a la embajada china -país inversor- sendas cartas para pedir que se parase la construcción y se apostase por energías limpias.
"No hay necesidad de construir centrales de fuentes de energía sucias, como el carbón, para atender las demandas kenianas de energía, especialmente cuando el país lleva la delantera africana con el 85 % de energías renovables", dijo entonces el coordinador de la campaña deCOALnize ("desCARBÓNizar"), Omar Elmawi.
En su agenda de prioridades, el Gobierno keniano contempla el usar el 100 % de energía limpia para 2020, lo que se contradice con proyectos como el de Lamu, consideran los organismos ecologistas.