Belém, la capital de este gigantesco estado amazónico, no solo albergará la primera cumbre en la historia de los países amazónicos, prevista para 8 y 9 de agosto, como fue la ciudad postulada por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, a ser sede de la Conferencia Climática de la ONU de 2025 (COP 30).
"Somos el estado con los mayores niveles de emisiones de gases contaminantes y de deforestación en Brasil. Reconocemos el desafío que representamos y reconocemos incluso el nivel complejo de la realidad que recibimos, pero estamos presentando resultados: fuimos el estado que más redujo la deforestación el año pasado en Brasil", afirmó a EFE el gobernador de Pará, Helder Barbalho.
El gobernador de este estado con 8.7 millones de habitantes y una extensión de 1,257.900 kilómetros cuadrados (área un poco mayor de la de países como Angola, Sudáfrica o Colombia) afirmó que Pará fue responsable por el 75 % de la reducción de la deforestación en todo Brasil en 2022.
"A partir de esos datos queremos mostrar que la realidad está cambiando. Esos son los esfuerzos que queremos mostrar en las cumbres que albergaremos y los esfuerzos que deseamos que nos apoyen", aseguró.
"Esos resultados fueron posibles gracias a comando y control, fiscalización, combate a las ilegalidades ambientales y un conjunto de políticas públicas para buscar alternativas económicas a la pecuaria y la agricultura, como el de los sistemas que concilian cultivos, cría de ganado y preservación de la selva", agregó.
De acuerdo con Barbalho, el estado que alberga casi la tercera parte de toda la población de la Amazonía también quiere mostrar que está desarrollando e implementando soluciones sustentables para combatir la deforestación.
PARÁ RESPONDIÓ POR 37 % DE LA DEFORESTACIÓN EN 2022
Según los datos de la organización no gubernamental Imazon, que desde 2008 mide la deforestación con ayuda de imágenes de satélite, la Amazonía brasileña sufrió en 2022 su quinto récord anual consecutivo de pérdida de cobertura vegetal, con 10.573 kilómetros cuadrados destruidos, la mayor extensión perdida en 15 años.
Pará fue responsable por el 37 % de toda esa destrucción, con 3,874 kilómetros cuadrados, seguido por los estados de Amazonas, con el 24 % (2,575 kilómetros cuadrados), y Mato Grosso, con el 15 % (1,604 kilómetros cuadrados).
Pero mientras que la devastación subió un 24 % en Amazonas y Mato Grosso con respecto a 2021, el área de selva destruida en Pará cayó desde 4,037 kilómetros cuadrados en 2021 hasta 3,874 kilómetros cuadrados en 2022.
"La reducción de deforestación que conseguimos en el último año muestra que el Estado está actuando y que el combate a las ilegalidades es una política de Estado. Pero también entendemos que no es suficiente solo con combatir la ilegalidad, hay que ofrecer soluciones sustentables para los habitantes de la Amazonía", subrayó el gobernador.
De acuerdo con Barbalho, las soluciones tienen que tener en cuenta que en la Amazonía viven 29 millones de brasileños, que necesitan alternativas económicas. "Hay que buscar soluciones sustentables ambientalmente pero también socialmente", dijo.
Agregó que para desarrollar alternativas a actividades como la minería, la agricultura y la pecuaria es necesario aprovechar la tecnología y los conocimientos ancestrales para "hacer de nuestra biodiversidad un activo económico extraordinario".
Resaltó igualmente que Pará ha mostrado que quiere discutir la agenda climática y que se preparará para aprovechar las cumbres que Belém organizará para pedirle al mundo que "apueste por nosotros".
De la misma forma, afirmó, la elección de Belém como sede de la cumbre de los países amazónicos es una oportunidad para que puedan “construir soluciones sustentables para la Amazonía en toda Sudamérica".