La mayor compañía aérea de Europa mantuvo el año pasado su facturación en torno a los 30,000 millones de euros (42,000 millones de dólares), pero sus beneficios cayeron un 74.5 por ciento hasta los 313 millones de euros.
La cifra se enmarca en las previsiones de la empresa pero queda muy lejos de los objetivos fijados en el programa de ahorro "Score" lanzado por el jefe saliente de la junta directiva, Christoph Franz.
El directivo volvió a prometer hoy una fuerte mejora en los resultados de este año y elevó de 1,300 millones a 1,500 millones el beneficio operativo esperado. En 2015 llegará hasta los 2,650 millones, añadió.
Además, los accionistas cobrarán por 2013 un dividendo de 45 céntimos de euro por acción, después de que el dividendo se redujera a cero en 2012.
La directora financiera de Lufthansa, Simone Menne, pidió interpretar las cifras a los costos extraordinarios de 2013 derivados del programa de ahorro. Sin ellos, señaló, el beneficio operativo habría subido un 62 por ciento hasta los 1,000 millones de euros.
Los datos superaron las expectativas de muchos analistas y fueron bien recibidos en la Bolsa de Fráncfort, donde las acciones de Lufthansa subieron por la tarde en torno al 6.25 por ciento hasta los 19.035 euros.