Los ecologistas y habitantes del lugar se quejan desde hace tiempo por la gran cantidad de embarcaciones que llegan al puerto de la ciudad a través del canal de Giudecca y que pasan frente a la plaza San Marcos.
Muchos consideran que los cruceros afean el paisaje, pero además se teme que las olas que provocan podrían dañar los cimientos de Venecia.
El plan del gobierno es que se permita el ingreso de un 20 por ciento menos de los cruceros que pesan más de 40,000 toneladas. Además establece que se prohíbe el ingreso de transbordadores, con lo que el gobierno espera una reducción del 25 por ciento del tránsito y del 50 por ciento de la contaminación.
A partir de noviembre de 2014 no se permitirá el ingreso al canal de cruceros que pesen más de 96,000 toneladas.
Entre tanto se trabajará en una ruta alternativa que permita el acceso de los barcos al puerto y que no pase tan cerca de la plaza San Marcos, aunque se estima que esto llevará unos dos años.