Esta es la primera construcción que será́ demolida parcialmente por no respetar los niveles permitidos desde 2005, en que surge la zonificación aplicable del programa de Desarrollo Urbano para esta delegación.
Ante la queja ciudadana, los únicos intereses que protege el Gobierno de la CDMX son los derechos de los ciudadanos.
La demolición se determinó luego de que los propietarios del inmueble construyeron cinco niveles, pese a que el Programa de Desarrollo Urbano en Benito Juárez permite un máximo de tres niveles, además de que desatendieron el requerimiento del Instituto de Verificación Administrativa (Invea), para informar sobre las condiciones de la demolición.
De acuerdo con el expediente 1527 de 2015, en septiembre del año pasado se realizó una visita de verificación al inmueble; se determinó́ que la obra tenía cinco niveles construidos (a partir del nivel de banqueta) y no los tres que permite el programa delegacional de Desarrollo Urbano para esa zona.
Tras diversas diligencias y etapas procesales, el 16 de octubre de 2015 se determinó establecer clausura total temporal del inmueble, además de una multa equivalente a mil 499 Unidades de Cuenta de la Ciudad de México y el aseguramiento de folios.
Además, se determinó imponer la demolición de los niveles excedentes del inmueble, es decir, permitir únicamente hasta el tercer piso, contando a partir del nivel de banqueta.
A partir de esta determinación, el Invea solicitó al titular y/o propietario y/o poseedor del inmueble, exhibir el programa de calendarización de la demolición, señalando la forma y fecha en que se debería llevar a cabo la misma, no obstante, no se obtuvo respuesta.
Ante este incumplimiento, el Invea solicitó a la Secretaría de Obras y Servicios, la realización de un dictamen técnico relacionado con la factibilidad de llevar a cabo la demolición ordenada por la autoridad.
Después de un análisis realizado por expertos, el Invea resolvió́ que se puede realizar manualmente la demolición de los dos pisos excedentes, utilizando herramienta menor (como marro, pico, pala y carretilla) para no afectar las construcciones colindantes, guardando siempre las normas de seguridad, tanto en la zona de trabajo, como en sus alrededores.