Partículas suspendidas, el contaminante invisible y peligroso

Debido a que el aire frío y el caliente de la atmósfera se cambian durante la época invernal, es común que en la Zona Metropolitana del Valle de México ocurran inversiones térmicas y que algunos contaminantes se tornen mucho más dañinos para el organismo humano.

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De acuerdo con la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came), durante esta época del año, las bajas temperaturas y la falta de vientos favorece la acumulación de contaminantes en la atmósfera en las grandes ciudades, sobre todo por las mañanas.

Señaló que existen contaminantes que no se aprecian pero que afectan al organismo, como son las partículas PM10 y PM2.5, moléculas finas y ultrafinas que por su tamaño micrométrico son imperceptibles para las personas, pero que ingresan al sistema respiratorio con mucha facilidad y provocan diversas enfermedades.

Refirió que dichas partículas se derivan de las actividades productivas como labranza, quemas agrícolas, industria con uso de carbón, combustóleo o diésel, y de las fuentes naturales como emisiones volcánicas, incendios forestales y suelos sin vegetación.

Además, apuntó, son generadas por las actividades humanas como quema de basura y llantas, uso doméstico de leña, asados al carbón y combustión de diésel (transporte).

Mediante una infografía, la Came detalló los daños que provocan estas partículas a la salud, entre las que destacan irritación en los ojos, crisis en asmáticos, malestares en garganta, aumento del riesgo de un infarto al miocardio y dolores de cabeza, por lo que recomendó que antes de ejercitarse, se consulte la calidad del aire.

Para la Secretaría del Medio Ambiente capitalina, es motivo de alerta ambiental toda situación eventual y transitoria declarada por las autoridades competentes cuando, con base en análisis objetivos y/o en el monitoreo de la contaminación ambiental, se prevé o se presenta una concentración de contaminantes o un riesgo ecológico derivados de actividades humanas o fenómenos naturales que puedan afectar la salud de la población o al medio ambiente.

El Sistema de Monitoreo Atmosférico (SIMAT), mediante monitoreo atmosférico, determina que cuando los niveles de contaminación del aire representan un riesgo para la salud de la población, informa a las instancias responsables de la vigilancia y control para que apliquen de manera inmediata las acciones necesarias para controlar y reducir las emisiones contaminantes.

El Programa de Contingencias Ambientales Atmosféricas reúne un conjunto de medidas que se aplican cuando se presenta un episodio de contaminación severa por ozono (O3) o partículas menores a 10 micrómetros (PM10), que pone en riesgo la salud de la población en general y principalmente de los grupos sensibles.

Fuente: Notimex