El día de hoy ingresaron al Sistema Educativo Militar más de 1700 personas que inician un proceso de preparación para acreditar el mérito y los valores que exige el Instituto Armado. Asimismo, se graduaron cerca de 9 mil elementos.
Durante el discurso del presidente Felipe Calderón, reconoció el servicio que dan los soldados al país y comentó que fue su acción valerosa la que permitió devolver la tranquilidad a cientos de comunidades que clamaban auxilio. Al acudir a la lucha contra la delincuencia, las Fuerzas Armadas permitieron al Estado iniciar un proceso histórico de fortalecimiento y depuración de las instituciones de seguridad y justicia.
Durante su sexenio, se han duplicado los haberes del personal de tropa. Se otorgaron créditos hipotecarios a los integrantes del Ejército y Fuerza Aérea para que tengan un patrimonio familiar digno; también se otorgaron becas a los hijos de los soldados para que tuvieran acceso a la escuela de su elección.
El Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas recordó la hazaña histórica de los Niños Héroes y comentó que el heroísmo no solo está en el pasado. “Hoy mismo, en algún lugar de la intrincada geografía de México, en Tamaulipas, Michoacán o Guerrero hay un grupo de soldados, muchos de ellos jóvenes como ustedes, que, en este preciso momento, están arriesgando la vida para defender a México y a nuestras familias”, comentó.
Las Fuerzas Armadas son respetadas y queridas por los mexicanos, porque son una fraternidad viva en tiempos de adversidad; son defensa valerosa ante cualquier amenaza. Su origen popular es lo que da sensibilidad a los soldados para abrigar las causas más nobles y más sentidas; el de México es un ejército del pueblo y para el pueblo.
El Presidente agradeció a todos y cada uno de los soldados de México por su disciplina, lealtad y entrega. “La vida me ha concedido el privilegio de estar al lado de ustedes, trabajando hombro con hombro por el bien y la seguridad de nuestro querido pueblo”, comentó. De la misma manera, se solidarizó con las viudas, padres e hijos de los soldados que, como héroes, perdieron la vida en el cumplimiento de su deber.