El capitán Abed recuerda el vuelo de Taesa que trajo a México al Papa Juan Pablo II hace 20 años

El capitán ícono de la aviación en México, Alberto Abed Schekaiban recordó el vuelo de la entonces aerolínea activa Trasportes Aéreos Ejecutivos (Taesa) que trajo al país al Papa Juan Pablo II hace ya 20 años, hecho que marca como el más importante dentro de sus 48 años de experiencia en la industria y el principal capítulo de su vida profesional.

Fue el 11 de agosto de 1993, cuando el también empresario Alberto Abed, vivió una de las experiencias más gratificantes de su historia, al realizar 100 minutos de vuelo no sólo como capitán sino también como dueño de la aerolínea Taesa, encargada de transportar al Papa Juan Pablo II de Kingston, Jamaica a Mérida, Yucatán, en el avión Boeing 757 con capacidad para 228 pasajeros llamado "Juan Pablo" y que respondía a la matrícula XA-KWK.

"Definitivamente lo recuerdo muy bien, y con mucho gusto, con emoción, fue lo más importante en mi vida y en mi carrera profesional", señaló, Abed Schekaiban, al explicar cómo su aerolínea Taesa fue elegida para transportar al jefe de Estado del Vaticano, cuyas políticas se basaban en ese entonces en escoger una aerolínea del país de visita, evaluar la operación, funcionabilidad y seguridad, aspectos que para ese entonces ya dos aerolíneas mexicanas habían prestado el servicio.

"Nosotros fuimos la primera línea aérea de bajo costo en México, con servicio a gente muy humilde, de ingresos reducidos y creo que eso fue algo que el Vaticano tomó en cuenta. Del 100 por ciento de nuestros pasajeros, 85 volaban por vez primera, y eso lo supo el Vaticano y se lo explicamos a Prigione (Girolamo, entonces nuncio en México) a quien también le dijimos que traíamos aviones nuevos y adecuados para ello y que nos dieran la oportunidad de volar con el Papa", describe el capitán Abed Schekaiban.

De acuerdo con el protocolo de viaje papal, el viaje no fue directo de Roma a México, ya que debe salir por medio de la aerolínea italiana Alitalia, encargada de auditar en 1993 el avión de Taesa, el cual tardaron dos meses para realizar las adecuaciones necesarias para el vuelo que traía al Papa a México, tras una primera escala en Jamaica.

"Adecuamos una cabina ejecutiva para Su Santidad para cuatro pasajeros que eran cardenales a los que él mandaba llamar y tenía respecto del resto del interior una separación con asientos para dos guardias suizos, y luego venía un compartimiento para 88 cardenales y un último espacio para 126 reporteros de todo el mundo", expuso.

La aeronave, por protocolo del Vaticano, traía dos tripulaciones y cuatro capitanes, comandados por el capitán Abed, quien tuvo la oportunidad junto con su esposa Dolores Abed de hablar con el clérigo, sobre el servicio que daban a la población más vulnerable de México y la transportación gratuita que proporcionaban a la Madre Teresa de Calcuta y a integrantes de su congregación de las Misioneras de la Caridad.

"En el compartimiento del equipaje del avión traíamos alrededor de un millón de estampitas y le dije a Su Santidad que a partir de ese día entregaríamos a nuestros pasajeros una medallita y una estampa de él, con la imagen de la Virgen de Guadalupe y el logo de Taesa", señaló el capitán, orgullo de haberle otorgado al Papa un avión a escala de su aerolínea, que tras la desaparición de la aerolínea Taesa, fundó una nueva empresa, FlyMex para la prestación de taxis aéreos, chárter y de carga con más de 25 aeronaves y helicópteros, además de dar servicio a las Naciones Unidas en diversos lugares.