El golfo de México podría albergar segunda mayor "zona muerta" de la historia

La "zona muerta" ubicada en la desembocadura del río Misisipi, en aguas del golfo de México, podría convertirse durante el mes de julio en la segunda mayor registrada de la historia, de acuerdo con un estudio de la Universidad Estatal de Luisiana (LSU, por sus siglas en inglés) divulgado este lunes.

Etiquetas: 

Las llamadas "zonas muertas" son extensas áreas marinas que no tienen oxígeno y que apoyan los procesos microbianos que eliminan grandes cantidades de nitrógeno, un nutriente clave para la vida de los océanos.

Según la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de EE.UU. (NOAA) la previsión es que a finales del próximo mes la superficie de esta zona muerta, situada en el norte del golfo, llegue a ocupar 22.729 kilómetros cuadrados.

El actual récord de la "zona muerta" de estas aguas del golfo de México lo ostenta 2017, que alcanzó una superficie de 20.277 kilómetros cuadrados.

"Creemos que puede ser la segunda mayor (de la historia), pero podría ser aún mayor", explicó en declaraciones a los medios la investigadora de LSU y coautora del estudio, Nancy Rabalais, que estudia este fenómeno desde 1985.

Hace años que cada verano, cuando suben las temperaturas y no sopla el viento, una enorme cantidad de aguas estancadas se esparce a lo largo de la costa de Luisiana hasta Texas, que tradicionalmente ha sido una región pesquera muy rica.

Los científicos coinciden en que el problema radica en el creciente volumen de agentes contaminantes que vierte a diario el río en el Golfo de México.

Estos agentes -fertilizantes químicos y desechos procedentes de granjas y ciudades en toda la cuenca- han causado una eclosión de algas y otros microorganismos que privan el agua del oxígeno que los peces y otros animales necesitan para vivir.

El Misisipi, el quinto río del mundo por caudal de agua que arrastra y con cerca de 7.000 kilómetros de longitud, atraviesa casi totalmente de norte a sur EE.UU., y por el número de estados que cruza ninguno asume la responsabilidad del vertido de agentes contaminantes.