Inició en la ONU instalando computadoras, hoy es Representante del PNUD

Silvia Rucks inició su carrera en el Sistema de las Naciones Unidas instalando las primeras computadoras en la oficina del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD) en Guatemala en junio de 1985. Su contrato de tres meses se convirtió en una carrera de más tres décadas y hoy es Representante de esa agencia.

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La ingeniera en Sistemas de Computación termina en estos días su mandato como Representante Interina del PNUD en México con la confirmación renovada de sentirse cada vez más útil para generar el bienestar y de mejorar las condiciones de vida de la gente.

"Soy una convencida que lo que dio origen y nacimiento a las Naciones Unidas en 1945 sigue siendo su mandato principal que es la paz en el mundo. No hay desarrollo sostenible sin paz y tampoco hay paz sin desarrollo sostenible", dice.

Soy una convencida que lo que dio origen y nacimiento a las Naciones Unidas en 1945 sigue siendo su mandato principal que es la paz en el mundo. No hay desarrollo sostenible sin paz y tampoco hay paz sin desarrollo sostenible

"El mundo ha evolucionado y ha cambiado en muchas cosas para bien, en otras nos presenta desafíos nuevos en algunas regiones del país, pero sigo creyendo que la paz es por lo cual las Naciones Unidas tiene que sus mayores esfuerzos", agrega la uruguaya.

Silvia Rucks cree que la paz es posible, especialmente con la firma del acuerdo de cese al fuego que el gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) lograron recientemente.

La paz es posible

La alta funcionaria de la ONU, quien también fue Directora del PNUD en Colombia entre 2010 y 2014, recuerda que el conflicto colombiano la impactó muchísimo. Se cuestionaba en algunos momentos hasta qué punto era posible lograr la paz y la reconciliación en ese país.

Durante su mandato en el país sudamericano, Rucks viajó al Departamento de Antioquia, donde el PNUD trabajaba con las comunidades formadas con gente que venía de las dos guerrillas (FARC y ELN), otros que habían estado en el Ejército, desplazados y víctimas.

En el municipio de Nariño, el PNUD trabajaba en apoyar esas comunidades en temas de vivienda, propiedad de la tierra, medios de vida, cultivos.

"Hasta el día de hoy cuando recuerdo esa visita en el municipio de Nariño, en Antioquia, cuando dudo que si es posible este mundo, me recuerdo esta experiencia, de ese grupo humano que pasaron de ser antagonistas en un conflicto y que por decisión y convencido de ese trabajo y esa visión común, la paz es posible. La paz empieza en chiquito. Empieza en nosotros, en nuestra familia, en nuestro barrio, en esa comunidad. Eso da esperanza de que podamos tener un mundo mejor", comenta.

Anécdotas, Silvia Rucks tiene muchas. En sus 31 años de trabajo en la ONU, donde tuvo varios cargos para el PNUD y UNICEF entre otras agencias, tuvo muchas experiencias. Estuvo en dos terremotos, cayó en un río, fue evacuada varias veces. También estuvo trabajando en El Salvador durante la guerra civil en esa nación centroamericana.

Para ella, ha sido un privilegio poder estar en lugares donde las necesidades han sido muy evidentes porque se siente mucho más útil para apoyar a la gente y ayudarle a mejorar sus condiciones de vida.

"Tengo historias bellísimas, sí de situaciones extremadamente dolorosas, pero donde uno finalmente se ve refrescado en su motivación. En mi caso en particular, he confirmado mi decisión y mi convicción de trabajar para la ONU porque creo que es una organización que ayuda a mejorar las condiciones de vida de la gente", relata.

Visión integral del desarrollo

Comenta que el PNUD, a diferencia de otras agencias especializadas de la ONU que tiene un papel específico, se enfoca al desarrollo, lo cual requiere una visión integral de ello porque las problemáticas son multidimensionales.

"Es muy importante atacarlas en cada uno de sus sectores, pero aún es más importante que no se pierda esa visión integral para la solución (al desarrollo)", afirma.

Silvia Rucks, quien también tiene una maestría en Administración y Dirección de Empresas y un posgrado en Desarrollo Organizacional, confiesa que no tenía en mente que un día llegaría a ser Representante del PNUD, aunque muchos compañeros suyos que trabajaban con ella en Centroamérica veían en ella un potencial para apoyar en el desarrollo.

"Yo me había enfocado en las Naciones Unidas en trabajos relaciones con sistemas. Instalaba computadoras y cables debajo del escritorio. Un jefe me dijo un día: 'Mira Silvia: Todas las profesiones son importantes para el desarrollo'. Claro que es importante como uno se va autodesarrollando. Creo mucho en la capacidad autodidacta. Por ejemplo, siempre me ha gustado el tema de política desde joven, las discusiones, el análisis, leer sobre estos temas", explica.

Importancia de la familia

Si bien Silvia Rucks fue mucho tiempo soltera y tuvo su primer hijo a los 35 años, su familia ya es importante en la toma de decisión y en el desarrollo de su carrera.

Por primera vez, su familia no viajó con ella a México, por decisión, ya que inicialmente su cargo de Representante Interina debía durar tres meses, pero se prolongó casi seis meses más.

De hecho, confiesa que por decisión familiar no aceptó un cargo en África, donde todavía sueña por ir, y también decidió no ir a otros países por su familia u optó por salirse el Sistema de Naciones Unidas en varias ocasiones por lo mismo, a pesar de que su esposo siempre la apoyado en su carrera profesional.

"Para mí, mi familia es muy importante. Soy muy madre. Ahora mis hijos tienen 16 y 17 años y parece que me van necesitando menos, pero me divierto mucho con mis hijos. Obviamente me generan muchos desafíos como buenos adolescentes, pero me encanta estar con ellos. Me encanta los juegos de mesa, ver películas, conversar. Ya conversan como casi adultos y eso lo disfruto muchísimo", comenta.

Fanática de la lectura y del futbol, Silvia Rucks también ama viajar.

"Mis amigas me dicen que cómo es posible que desde que nací estoy dando vueltas en diferentes medios de transporte, sin embargo, tengo tiempo libre y busco viajar, conocer otros lugares. Disfruto mucho de la lectura. Desde muy pequeña y hasta ahora leo de todo. Leo muchos novelistas. Para mí ha sido un placer en México reencontrarme con los grandes y las grandes escritoras", afirma.

En el futbol, la Representante Interina del PNUD en México le va a PUMAS, el equipo de la UNAM, a la selección uruguaya y a la de Polonia, por sus orígenes europeos.

En su vida personal y profesional, Silvia Rucks asegura ser el reflejo de sus sangres, a pesar de considerarse 100% latinoamericana.

Nació en Uruguay. Sus abuelos son europeos de origen alemán e italiano.

"Tengo un problema de conflicto de sangres y soy un poquito así. Creo que mi perfil de ingeniera y con orígenes europeos alemanes me hacen muy seria y me siento muy responsable en temas de trabajo. Pero al mismo tiempo con orígenes italianos y sintiéndome muy latinoamericana, para mí es muy importante el contacto con la gente, la comunicación, incluso la diversión y el sentido del humor", señala.

"Creo que estamos en esta vida para disfrutarla y parte del disfrute es una satisfacción que canalizo en este servicio a las personas pero también en pensar en cómo podemos pasarla bien y en cómo podemos hacer para que la gente se sienta bien. Me gusta mucho el baile, la salsa y me gusta mucho conversar con la gente, escucharles, saber cómo ha sido su vida. Cada persona que vemos tiene varios libros de historia de vida", añade.

La esperanza es clave

A Silvia Rucks le gusta mandar mensajes a los jóvenes, especialmente para que no pierdan la esperanza en este mundo lleno de enormes y difíciles retos.

"La humanidad ha demostrado que ha podido superar los peores desafíos que ha enfrentado. Creo que el tema de la esperanza, del optimismo, de creer que podemos cambiar las cosas sobre todo si trabajamos conjuntamente. A veces veo un poco de apatía en los jóvenes, que estos primeros esfuerzos que están haciendo no les están dando frutos. Vemos que muchos se dedican a estudiar y a trabajar, pero muchos no tienen ni siquiera esas oportunidades", relata.

"También me gusta mucho mandar mensajes a las mujeres. Soy una convencida de las fuerzas y la importancia que tiene la energía de las mujeres. El día que realmente reconozcamos que la mitad de la población tiene no solamente los mismos derechos sino que merece las mismas oportunidades y que le demos esos espacios, este mundo va a ser totalmente diferente", concluye.

Fuente: ONU