Las chicas y chicos conducen y producen el proyecto de radio comunitaria Radio Kokone que es financiado con el apoyo del ayuntamiento de Zapopan en el que hablan de temas que les preocupan como el maltrato, el cuidado de los animales, la naturaleza, de tecnología y la salud.
Alondra Anaya Ramos tiene 13 años y es una de las fundadoras y líderes de la radio. La chica dejó atrás su timidez y aprendió a hacer valer su voz no solo al conducir programas, sino también coordinando a los compañeros más pequeños y ayudando en la edición de todo el material que generan cada semana.
Afirmó a EFE que la radio le ayudó a entender que todas las personas tienen derecho a participar, organizarse y respetar las opiniones de los demás pues, en ocasiones, es difícil ponerse de acuerdo.
“Para resolverlo hacemos que (todos) den ideas sobre los temas y hacemos votaciones así se forma el tema que todos queremos”, aseveró.
Entre todos defienden que reglas como no decir groserías, no interrumpir al otro, esperar turnos o cuidar el material sean cumplidas y entre todos también hacen el guión de preguntas, y ayudan a revisar que los materiales sean subidos a la plataforma que tienen en Youtube.
“Es importante que nos respetemos porque todos aquí somos iguales y cada uno es diferente y eso hay que respetarlo”, dice Osvaldo Hernández, un chico de 15 años a quien la radio le dio herramientas para relacionarse mejor con los demás.
UN ESPACIO ANTE LA VIOLENCIA
La cabina de la radio ocupa un espacio en el Centro comunitario de la colonia San Juan de Ocotán, un lugar que proporciona actividades como talleres culturales y escuela para padres, entre otras.
Los niños y niñas tienen un lugar para subir a las resbaladillas, practicar fútbol, jugar juegos de mesa, ver videos o corretear al aire libre. Tanto el centro como la radio se convirtieron para ellos y sus mamás en un espacio seguro ante la violencia, explicó a EFE Mariana Arámbula, coordinadora de Radio Kokone.
“Los niños encuentran en la radio un espacio seguro, en donde ellos pueden venir a ver videos, a grabar”, afirmó y señaló que también aprendieron a organizarse, a solucionar y a participar.
Muchos de los integrantes llegan a la radio acompañando a las mamás que forman parte de la cocina comunitaria, con la curiosidad de ver qué hacen en la cabina o con el interés de formar parte del equipo que hace los programas que previamente escucharon.
“Las promotoras infantiles son las que hacen vinculación con la comunidad y con las mamás de la colonia en diferentes contextos de violencia y las que les platican los proyectos del centro comunitario, les dicen que la radio es un espacio donde los niños pueden expresarse en vez de estar en la calle o en otros lados y ahí empiezan a venir”, detalló Arámbula.
Mario Anaya Ramos llegó a la radio cuando tenía 6 años como parte de los cursos de verano. Además de soltar su timidez, el chico ha aprendido a tener empatía con sus compañeros y no aceptar el bullying.
“Este ambiente es bueno para mí porque aquí te enseñan cosas buenas y hablamos de los derechos de los niños de las niñas, hablamos de evitar la violencia y todo eso y allá (en la escuela) no está tan bien porque te enseñan cosas malas o majaderías”, expresó.
PROGRAMACIÓN DIVERSA
El grupo genera programas como “Kokoneras y kokoneros”, “Las Chicas robot” y “El libro de la semana”, además de podcast especiales acerca de temas como las culturas indígenas o celebraciones como el Día de la bandera.
“Las Chicas robot” es producido por una decena de niñas y adolescentes deseosas de hablar de la tecnología y videojuegos y están sobre su segunda temporada de transmisiones, un esfuerzo que, además, impulsa la presencia de las niñas en la ciencia.
“El mensaje es que tú puedes ser lo que quieras ser y no te debes dejar llevar por los comentarios de las personas y también las chicas pueden hacer cosas muy grandes”, concluyó Camila García Ramos, de 12 años.