En el reporte, que reconoce mejoras en la eficiencia de los mercados financieros, sofisticación empresarial y fomento a la innovación, también se observan resultados importantes respecto a la política de competencia de México en otros dos subíndices: en “Intensidad de la competencia local”, se ubicó en el número 59, y en el “Grado de dominio del mercado”, pasó al 103. En el primero, el país mejoró 5 lugares, mientras que en el segundo logró avanzar 11 sitios.
Todo esto en conjunto revela que el sector privado mexicano percibe un fortalecimiento general del sistema de competencia en nuestro país, derivado esencialmente de dos factores: la aprobación de las distintas reformas estructurales, de corte procompetitivo, que eliminan barreras y alientan la participación del capital privado en diversas áreas productivas; y la instrumentación de la reforma constitucional en materia de competencia y telecomunicaciones, a través de la nueva Ley Federal de Competencia Económica, así como la integración y funcionamiento de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones como órganos autónomos del Estado mexicano.