¿Cuándo es el mejor momento para solicitar un crédito para tu micronegocio?

Los micronegocios son clave para la economía del país, en su conjunto con las pequeñas y medianas empresas generan el 72% del empleo y el 52% de Producto Interno Bruto (PIB) nacional, según datos del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO). Sin embargo, y de acuerdo con el mismo instituto, a pesar de estas cifras también tienen grandes retos por delante que les restan competitividad.

De acuerdo con cifras de la más reciente Radiografía del Emprendimiento en México de la Asociación de Emprendedores de México (ASEM), entre los principales motivos de fracaso sobresale la falta de liquidez y capital de trabajo con 35% por un lado, así como los problemas para conseguir financiamiento con 25%.

“Hay problemas enormes para la gestión de capital de trabajo en todo el ecosistema empresarial en México, sobre todo a partir de la pandemia, y se acentúan aún más en el caso de los micronegocios, que al final del día son la espina dorsal económica del país. En ese sentido, es fundamental que este tipo de empresas tenga acceso adecuado a financiamiento para su operación en el corto y mediano plazo”, explica Alberto Bonetti, CEO y fundador de YoFio, app que busca apoyar a los micronegocios a través de créditos inmediatos de capital de trabajo.

Supervivencia a la vista

La Encuesta Nacional de Financiamiento de las Empresas 2021 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revela que sólo el 37% de las microempresas mexicanas han solicitado financiamiento desde el inicio de sus operaciones.

El financiamiento es clave para el desarrollo de cualquier negocio; no obstante, para las pequeñas empresas los retos para acceder a financiamiento a la medida son mayores, y obtenerlo o no, puede significar la vida o muerte del negocio. De tal modo, algunas empresas lo solicitan cuando están a punto de cerrar sus puertas, pero el mejor momento es desde las primeras señales de falta de liquidez o cuando se requiere saldar un compromiso financiero a corto plazo.

“Un crédito es un instrumento financiero que si bien puede salvar a una empresa, no necesariamente debe solicitarse cuando el negocio está muriendo. Se trata de una inyección de capital que puede hacer que un buen negocio se convierta en una gran empresa, todo depende de qué se use. Lo ideal es usarlo a modo de inversión como para comprar inventario y buscar opciones flexibles de pago”, apunta el fundador de YoFio.

También pueden emplearse para la logística de un micronegocio: desde la adquisición y gestión de inventarios, hasta la operación a fondo perdido por cálculos estacionales del año (por ejemplo, previo a momentos de picos de venta como el Buen Fin o Navidad).

“En momentos de proyección de crecimiento es ideal que un micronegocio pida un crédito, sobre todo cuando tiene metas claras y números sólidos, así como una administración adecuada de la compañía. Hay momentos únicos en los que el desarrollo de una empresa se vislumbra en el horizonte y es necesario hacer todo lo posible para aprovechar esas oportunidades. Un crédito puede hacer toda la diferencia en esos contextos”, concluye el CEO y fundador de YoFio.