El fabricante de minivehículos registró en el año fiscal 2010 ventas por 2.6 billones de yenes (22,517 millones de euros), un 5.6 por ciento más, y su beneficio operativo o por actividad ordinaria fue de 106,934 millones de yenes (923 millones de euros), un 34.7 por ciento más.
En un comunicado, Suzuki explicó que sus buenos resultados en Asia, especialmente en la India, ayudaron a contrarrestar las caídas en los mercados europeo y norteamericano.
Por regiones, Suzuki incrementó sus ventas durante el pasado año fiscal en un 5.6 por ciento en Japón y un 21.5 por ciento en Asia, mientras cayeron un 21.4 por ciento en Europa y un 24.4 por ciento en Norteamérica.
En total, Suzuki vendió 1.4 millones de vehículos en todo el mundo frente a los 1.28 millones del anterior ejercicio fiscal.
"La economía japonesa se estaba recuperando por la expansión en las economías extranjeras, pero ahora nos hallamos en un preocupante parón de las actividades económicas debido al terremoto" del 11 de marzo, indica Suzuki, que tiene una alianza con Volkswagen AG.
Al igual que han hecho otras compañías japonesas, el cuarto fabricante japonés no divulgó previsiones para el actual ejercicio fiscal, iniciado en abril, debido a las dificultades para la estimación generadas por el terremoto.
Suzuki tiene su sede en Shizuoka, provincia del centro de Japón a la que surte de electricidad la planta nuclear de Hamaoka, que va a ser cerrada por exigencia del gobierno a causa del alto riesgo sísmico en la zona.