El acuerdo estipula que Sharp facilitará al fabricante de semiconductores y equipos de telecomunicaciones con sede en California tecnología para manufacturar pantallas de cristal líquido (LCD) de bajo consumo para teléfonos de última generación a cambio de una inversión que se realizaría en dos tramos.
Según el pacto, inicialmente la compañía japonesa emitirá, como pronto a finales de este año, 5,000 millones de yenes (unos 46 millones de euros) en nuevas participaciones para que sean adquiridas por Qualcomm.
La compañía estadounidense decidirá después si invierte otros 5,000 millones de yenes en función del progreso del programa de desarrollo conjunto de pantallas acordado, explicaron a Nikkei fuentes cercanas a la negociación.
Si Qualcomm adquiere finalmente títulos de Sharp por un total de 10,000 millones de yenes, acabaría por tener en torno a un 5 por ciento de las participaciones del fabricante de Osaka.
Eso la convertiría en la segunda accionista del grupo, por detrás de la empresa de seguros Nippon Life Insurance, que posee el 5.01 por ciento del total.
Sharp se encuentra en pleno proceso de reestructuración para enderezar su rendimiento y salir de números rojos, con un plan que incluye el recorte de unos 10,000 empleos.
En el ejercicio 2011, la compañía registró una pérdida neta de unos 376,000 millones de yenes (3,510 millones de euros).
La firma se ha establecido la meta de generar un resultado operativo positivo en el semestre octubre-marzo y volver a beneficios en el año fiscal 2013, que en Japón concluye en marzo de 2014.
