La mentoría como puerta a la diversidad

La transformación digital necesita líderes innovadoras, auténticas, con impulso para generar cambio a través de la colaboración y no a través de la competencia.

Por Jerónimo Diez de Sollano, Vicepresidente y Chief Information Officer de AT&T México

La mentoría, es una herramienta que ha mostrado ser efectiva para acelerar y afinar los perfiles de liderazgo hacia la transformación digital.

En la actualidad, todos los líderes deben desarrollar competencias muy parecidas a las que vemos de forma natural en los mentores: empatía, escucha activa y retroalimentación efectiva. Durante el proceso de una mentoría, tanto el mentee como el mentor, ejercitan estas competencias, entre muchas otras y los nuevos líderes aprenden diferentes formas de interpretar y enfrentar el entorno y la vida, lo que les da nuevas perspectivas.

El mentor es un consejero, un amigo, un maestro o tutor[1]; es alguien que comparte su forma de conocer, de interpretar la situación, de ver la vida y la experiencia propia, como guía para desarrollar habilidades, fortalecer talentos y abrir foros para mostrar el potencial del mentee.

Hoy que sabemos que incrementar el número de mujeres profesionales en carreras STEM es esencial para hacer frente a los retos del futuro, con una visión inclusiva, la mentoría se vuelve una herramienta de desarrollo muy importante para ellas. Es uno de los caminos disponibles para las mujeres que quieren crecer, desarrollarse, promoverse dentro de una organización ya sea desempeñando el rol de mentora de otra persona o como mentee de otro líder en la organización.

Creo que la mentoría es un proceso de acompañamiento eficaz para personas que buscan lograr objetivos profesionales y personales de desarrollo y que además contribuye a la cultura y a un mejor ambiente colectivo en la empresa.

En mi opinión, las principales ventajas de la mentoría son: el aumento de la productividad, el desarrollo de habilidades y conocimientos, la posibilidad de descubrir y cultivar el propio liderazgo, la oportunidad de incorporar perspectivas y experiencias diferentes ampliando la visión y la posibilidad de que otras áreas vean el potencial de los nuevos líderes.

Este tipo de espacios de empoderamiento son claves en el camino para revertir las cifras de desigualdad que han llevado a las mujeres mexicanas a representar solo el 40.9% de la Población Económicamente Activa (PEA)[2] y ganar 86 pesos por cada 100 pesos que gana un hombre.

¿Cómo lograr entonces una buena mentoría?

En AT&T México hemos dado respuesta a esa pregunta a partir de nuestra experiencia ofreciendo espacios de orientación y construcción para estudiantes y colaboradoras. Para nosotros, los puntos para lograr una mentoría efectiva son:

Ganas. Como en muchas otras cosas, lo primero es tener ganas. Ganas de crecer, de retarse y de desarrollarse aprendiendo de la experiencia y de la perspectiva de alguien más.

Un mentor dispuesto que conozca la organización, que tenga experiencia e idealmente prestigio dentro de la organización.

Expectativas claras. Una comunicación clara con el mentor para tener un claro acuerdo sobre la duración, periodicidad y expectativas de la experiencia.

Tolerancia. Cada persona tiene diferente carácter y vivencias, es necesario ser tolerantes y estar abiertos a aprender de la otra persona. Aunque este es un proceso colaborativo, el mentee debe ser el que ponga más interés para aprovechar al máximo la oportunidad de aprendizaje.

Comunicación. El mentor debe tener la capacidad de comunicarse adecuadamente, escuchar de forma activa y tener empatía para identificar las áreas en las que el mentee necesita ayuda.

Constancia. El mentor provee perspectiva, motivación y consejo en todo momento; celebra los éxitos, ofrece apoyo después de los fracasos y evalúa todas las áreas de oportunidad. Para sacar el mayor provecho posible, el mentee debe ser constante en las sesiones y llevar un seguimiento.

En 2015 AT&T México creó el programa “Mujeres STEM3” para integrar a mujeres estudiantes de carreras de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas como becarias, quienes después tienen oportunidad de ser contratadas en la empresa. A lo largo de su estadía, AT&T impulsa el crecimiento profesional de las estudiantes, brindándoles herramientas para fomentar y desarrollar habilidades duras y blandas, y la oportunidad de recibir mentorías especializadas.

Hasta la fecha, 188 becarias STEM3 han participado en el programa; 106 de ellas han crecido profesionalmente en posiciones internas, y tienen la posibilidad de ser mentoras de otras personas dentro de la organización y de buscar un mentor como parte de su desarrollo.

Claramente, la mentoría es una puerta a la inclusión y las empresas que la impulsen estarán más comprometidas con la igualdad de género, un componente clave a tomar en cuenta.