Malas prácticas para finanzas personales sanas, ¡aléjate de ellas!

Vivir el presente, hacer lo que se ama y gastar en experiencias parecen tres buenos consejos de superación personal… pero quizá no tanto si se trata de temas financieros, y más si consideramos que el futuro es incierto debido a la pandemia que estamos viviendo.

Hay una extensa lista de hábitos que debes evitar si tu objetivo es lograr unas finanzas personales sanas. Recuerda que las malas costumbres dificultan el camino hacia los objetivos.

“El impacto de los malos hábitos financieros se refleja directamente en tu bolsillo. Recordemos que gran parte de la población en México carece de educación financiera, muestra de ello es el desconocimiento sobre varios instrumentos y servicios financieros existentes y en la escasa o nula utilización de estos mismos”, señala Sebastián Medrano, director de Coru.com, plataforma de servicios financieros.

Al no fomentar tu educación financiera, es muy fácil incurrir en errores que posteriormente significarán un desfalco en tus finanzas personales, amenazando tu estabilidad económica.

Es tal la importancia de la educación financiera que en marzo pasado, la Secretaría de Hacienda (SHCP) y el Banco de México (Banxico) lanzaron la Política Nacional de Inclusión Financiera (PNIF) 2020-2024, con el objetivo de que 77% de la población en México tenga al menos un producto financiero en el 2024.

Para lograr unas finanzas personales sanas, de acuerdo con Coru.com, estos son algunos ejemplos de lo que no debes hacer:

Carecer de educación financiera. Sin conocimiento previo de cómo operan las diversas herramientas financieras para utilizarlas a tu favor y sin una planeación sobre sus bienes, será difícil que establecezcas objetivos para alcanzar unas finanzas sanas.

No pensar en el futuro. Las personas casi nunca se detienen a pensar qué pasará en el futuro; por ejemplo, si tendrán alguna dificultad económica y cómo harán frente a ella. Lo mejor que puedes hacer es planear y anticipar cualquier contingencia que pueda suceder en un escenario inesperado como una enfermedad o accidente.

No tener metas financieras claras. No saber qué hacer con el dinero o cuáles son tus aspiraciones también es contraproducente, ya que la claridad te ayuda a llegar más rápido a una meta.

No calcular un presupuesto. Si no sabes cuánto gastas, no puedes saber cuánto podrías ahorrar. Si ordenas tu dinero sabrás cuánto estás destinando a cada área de tu vida.

Usar una tarjeta de crédito de manera incorrecta. Estos instrumentos financieros son una herramienta de gran utilidad, ya que puedes aprovechar sus promociones o usarlas para alguna emergencia. Sin embargo, recuerda que su uso genera intereses si no pagas a tiempo y con los saldos correspondientes. Por ello debes ser muy consciente de la fecha de corte y de la fecha de pago.

Ser un comprador emocional. Evita las compras impulsivas. Cuando atraviesas desniveles emocionales es el momento idóneo para esconder las tarjetas o salir de casa con poco dinero.

Hacer caso a promesas falsas. Internet se ha convertido en una herramienta útil de información; sin embargo, en la red abundan anuncios relativos a promesas e inversiones falsas que pueden poner en riesgo tus ahorros.