S&P cree que la eurozona tiene un 40 % de posibilidades de entrar en recesión

La agencia de calificación Standard & Poor's (S&P) señaló hoy que existe un 40 por ciento de posibilidades de que la zona euro entre en recesión 2012.

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Standard & Poor's

Según indicó hoy un portavoz de S&P en conferencia de prensa telefónica, el crecimiento negativo de los países que comparten la moneda única europea podría alcanzar el 1,5 por ciento de media en los países, aunque la actividad económica puede reactivarse en el segundo semestre del año.

S&P decidió el viernes, después de una jornada de rumores en los mercados, degradar la calificación crediticia de Francia, Austria, Italia, España, Portugal, Malta, Eslovaquia, Eslovenia y Chipre, todos ellos miembros de la zona del euro, afectados por "problemas políticos, financieros y monetarios".

Según el analista de crédito de esa agencia Moritz Kraemer, el análisis que S&P hizo del Consejo Europeo del pasado 9 de diciembre indica que siguen existiendo "riesgos sistémicos" en la zona euro, lo que ha contribuido a la degradación de la deuda soberana de los citados Estados.

Una de las inquietudes que emanan en la zona euro, siempre según los criterios de la agencia, es la "larga disputa" de los agentes políticos sobre las soluciones para afrontar la crisis.

Según el analista, que ejerció de portavoz de S&P, aquella cumbre que se dibujó como crucial para salvar el futuro del euro no supuso un "punto de inflexión" en la gestión de la crisis que llevase a una solución eficiente y aún existe una "falta de estrategia comprensible" en los agentes políticos europeos.

Éstos, agregó, solo reconocen parte de los problemas que originaron la crisis de deuda, como los excesos presupuestarios, pero no han sabido atacar problemas como la diferencia de competitividad entre el centro y la periferia de la eurozona o la falta de confianza de inversores y consumidores.

"Los excesos fiscales que han podido tener algunos países en el pasado son solo uno, y quizá no el más importante, de los orígenes de la crisis", puntualizó.

Un "diagnóstico certero" debería tener en cuenta los "desequilibrios en materia de competitividad", añadió Kraemer, quien consideró que las decisiones políticas a escala europea no han estado a la altura "de la flexibilidad que hace falta".

En el caso de España e Italia, países que han vivido recientemente un cambio de Gobierno, S&P reconoció que "se han hecho grandes progresos", pero se ven deteriorados por la coyuntura europea, insistió.

Aunque reconoció que ambos países no tuvieron problemas para colocar deuda en los mercados la semana pasada, precisó que "los riesgos de financiación aún están muy presentes".

Una de las incógnitas es si las entidades de crédito a las que el Banco Central Europeo (BCE) ha prestado dinero ayudarán a "aliviar la financiación" de los gobiernos.

Kraemer recordó que, históricamente, entre los países con notas altas (como la calificación A de España) sólo el 1 por ciento quiebra en los próximos 15 años.

En el caso de Francia, la quinta economía del mundo, que perdió ayer la triple A, S&P precisó que se mantiene en perspectiva negativa porque en caso de que se produzca una ralentización económica, los déficit podrían aumentar.

A los recortes en las notas de S&P les podrían seguir degradaciones en otras instituciones europeas como el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).

"El FEEF está bajo vigilancia, junto a otras instituciones multilaterales europeas desde diciembre", añadió el portavoz de S&P, quien precisó que esa agencia está evaluando el impacto de los recortes en los países degradados en esas instituciones y que los resultados se publicarán "muy pronto".