En un comunicado, explicó que dicha tecnología duplica sabores a partir de los ya existentes en la naturaleza, los cuales se utilizan en los sectores culinario, cárnico, de lácteos, jugos, panadero, confitero, de sazonadores, bebidas, entre otros.
Mediante este modelo se fragmenta la composición química de los sabores naturales, como fresa, piña, naranja, limón, entre otros, e iguala sus características exitosamente.
El director general de Deiman, José Medina Flores, aseguró que están orgullosos de que la tecnología mexicana sea la que detone una revolución en la industria de alimentos y bebidas.
"Invertimos más de 10 por ciento de nuestros ingresos en investigación y desarrollo de nuevos y mejores sabores”, y "gracias a esto generamos procesos innovadores que permiten crear sabores y olores en tan sólo 45 minutos”, subrayó.
Se estima que la industria de saborizantes en México vale cerca de 330 millones de dólares, por ello el mercado busca a empresas de vanguardia para proveerse de insumos de calidad a fin de elaborar sus productos.
A su vez, las empresas de este sector industrial invierten cerca de tres mil 500 millones de pesos en innovación que les permita estar a la vanguardia.
De acuerdo con datos de ProMéxico y la Secretaría de Economía, refirió la firma mexicana, en los últimos años en México la industria de alimentos procesados registró un crecimiento considerable, gracias a la productividad y disponibilidad de materias primas, solidez macroeconómica del país, entre otros factores.
Deiman, con 80 años de experiencia y alrededor de 300 profesionales especializados en la creación de saborizantes y colorantes, además del saborista Juan José Thuemme, tiene presencia en América Latina y Europa. Es además la única empresa a nivel nacional que posee dos certificaciones de calidad, ISO-9000 e ISO 22000:2005.