"Han sido más de 50 años de guerra interna, en un país destinado al progreso y la felicidad, y estamos decididos a terminarla. Porque la paz es una misión difícil, pero no imposible. La paz es algo más que el fruto de un proceso político, social o económico. Es sobre todo, un proceso de transformación colectiva", apuntó Santos.
El mandatario colombiano destacó en su discurso el alcance hace menos de una semana en La Habana de un acuerdo con el grupo rebelde FARC, que abordó el tema de la justicia transicional que garantiza la no impunidad para los delitos, considerado como el mayor obstáculo de las negociaciones.
Santos adelantó que las partes acordaron establecer una fecha límite para firmar el Acuerdo Final, que será como máximo el 23 de marzo de 2016, y que las FARC comenzarán a dejar las armas a más tardar a los 60 días después de la firma de ese acuerdo.
Consideró que una Colombia en paz será un factor positivo para el mundo en asuntos tan diversos como la lucha contra el cambio climático y contra las drogas ilegales, la seguridad o la erradicación de la pobreza extrema.
En ese sentido, afirmó que su país se prepara para la Sesión Especial de la ONU sobre el tema de las drogas que tendrá lugar en siete meses. Añadió que en el evento abogarán por una nueva estrategia global que se base en evidencia científica; que haga mucho mayor énfasis en salud, en educación y en combatir las raíces sociales del consumo de las drogas y que busque minimizar el daño que hacen las drogas mediante estrategias más inteligentes y más humanas.
El presidente concluyó su discurso con una nota de optimismo:
"Hoy, con la alegría y la emoción de las buenas noticias, estoy aquí para decirle al mundo: en Colombia, en menos de seis meses repicarán las campanas que anuncien la hora de la paz. Hago votos por que todos los relojes del mundo se sincronicen con el nuestro en esa misma hora. La hora de la Paz, la hora de la humanidad . "