Hafter mantiene consultas en Moscú tras suspensión de negociaciones de paz

El mariscal Jalifa Hafter, el hombre fuerte de Libia, mantuvo hoy consultas en Moscú con el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, tras la suspensión anoche de las negociaciones de paz por parte del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA).

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"Se confirmó la necesidad de cumplir con las decisiones adoptadas en la Conferencia de Berlín", informó el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado.

El pasado 19 de enero ambos bandos en conflicto acordaron en la capital alemana un alto el fuego, que las fuerzas rebeldes de Hafter habrían roto en numerosas ocasiones en las últimas semanas, según denunció el GNA liderado por Fayez Al Serraj, y la ONU.

"Las partes destacaron una vez más que no hay alternativa al arreglo político de la crisis libia y también su apego a la independencia, unidad e integridad territorial de Libia", agrega la nota oficial.

Hafter ya había estado en Moscú el pasado 13 de enero para participar en las consultas sobre un alto el fuego que Serraj sí firmó, pero él se negó a refrendar hasta una semana después en Berlín.

Fuerzas bajo el mando de Hafter lanzaron ayer una decena de misiles contra una dársena del puerto de Trípoli, del que tuvieron que ser evacuados los petroleros anclados con crudo y gas, con el objetivo declarado de hundir un buque turco con armas para el GNA.

Hafter, que domina la mayor parte del territorio libio, trata desde hace semanas de arrebatar al GNA el control de la Compañía Nacional de Petróleo (NOC), único instrumento de poder y financiación que le queda a su rival.

Ayer, mismo, el enviado especial de la ONU para Libia, Ghassan Salamé, aseguró que la fuerza de la ONU UNSMIL ha registrado 150 violaciones de la tregua y continuas rupturas del embargo de armas que pesa sobre el país desde la intervención internacional que en 2011 contribuyó a la victoria de los rebeldes sobre la dictadura de Muamar al Gadafi.

Seguidamente, el GNA anunció la suspensión de su participación en las negociaciones de paz de Ginebra destinadas a salvar el frágil alto el fuego en el país norteafricano.

El mariscal Hafter, que controla la mayoría de las reservas petroleras, cuenta con el respaldo económico y militar de Rusia, Arabia Saudí, Egipto y Emiratos Árabes Unidos, y el político de Francia y de EEUU.

El Gobierno sostenido por la ONU apenas domina la capital y recibe el apoyo económico y militar de Italia, Catar y Turquía, además del reconocimiento político de la Unión Europea.