Ambientalistas albaneses en contra del nuevo aeropuerto en una zona protegida

Organizaciones ecologistas piden al Gobierno albanés que cancele su plan de construir un aeropuerto internacional dentro de uno de los mayores ecosistemas de humedales del Mediterráneo y lugar de descanso de miles de aves migratorias en la costa oriental adriática.

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Según fuentes del Ministerio de Infraestructura y Energía albanés, el futuro aeródromo, ubicado en la región de Vlora-Narta, pretende convertirse en el segundo aeropuerto internacional más importante del país tras el de Tirana,en v y prevé igualar la media de 3 millones de pasajeros anuales del aeropuerto de la capital.

Más de una treintena de asociaciones nacionales e internacionales consideran que este aeropuerto, que contará con una pista de 3,200 metros, "dañará de forma irreversible" el paisaje protegido de Vjosa-Narta, que actualmente garantiza el cobijo, la alimentación y la protección de hasta 30,000 aves acuáticas.

FALTA DE TRANSPARENCIA Y UN OSCURO PRECEDENTE

Los ecologistas creen que no hay suficiente transparencia en el proyecto y reclaman un estudio serio sobre el impacto medioambiental del aeropuerto, cuyo contrato se firmará a principios de abril.

"Nos enteramos por televisión. No nos han enviado ni un correo, no ha habido ni una llamada ni una invitación para hablar sobre esta cuestión", explica a Efe Aleksander Trajce, del Centro para la Preservación y Protección del Medio Ambiente en Albania (PPNEA).

Construir en esta zona protegida supondría un "precedente peligroso" para otras áreas del país, señala Trajce, quien denuncia que el Gobierno planea reducir los espacios protegidos bajo el pretexto de realizar "inversiones estratégicas".

Según los activistas, este aeropuerto no pondría sólo en peligro el ecosistema local sino que podría ser inseguro para los propios aviones al tratarse de una zona de intensa circulación de grandes aves, que podrían colisionar y provocar accidentes aéreos.

Estos animales encuentran alimento, tranquilidad y protección en esta área de unas 20,000 hectáreas, que abarca la laguna, marismas, dunas de arena, bosques de pino así como pastos y olivares.

A unos cien metros de la futura pista de aterrizaje se avistan aves como las avocetas pintas, que se reproducen únicamente en la laguna de Narta, o los pelícanos de la laguna de Karavasta, que acuden a esta zona para alimentarse. Ambas especies serían de las primeras en marcharse, comenta Trajce.

TURISMO SOSTENIBLE

Los activistas remarcan su apoyo al desarrollo de Albania, uno de los países más pobres de Europa, pero critican la construcción del aeropuerto en una zona de gran importancia medioambiental.

"El aeropuerto se podría construir en otro lugar, un poco más lejos de esta zona tan importante para las aves", dice a Efe Genti Kromidha, del Instituto para la Conservación de Naturaleza (INCA).

Kromidha cree que el futuro de esta parte de Albania pasa por el turismo sostenible de naturaleza, enfocado en el avistamiento de aves, los deportes acuáticos, la pesca y el agroturismo.

Actualmente y si su cielo no se llena de despegues y aterrizajes, los visitantes de la laguna de Narta disfrutan de aire puro y tranquilidad, sólo roto por los cantos y silbidos de su fauna.

Más de 200 especies de aves salvajes como el pelícano dálmata y los flamencos en peligro de extinción, así como las garzas y las cigüeñas llaman a este paraje hogar.

LA IMPORTANCIA ECONÓMICA

Según Kromidha, la iniciativa del Gobierno "viola las leyes nacionales de las zonas protegidas y los convenios internacionales de protección de la biodiversidad y la Directiva Europea de Aves".

Sin embargo, para el primer ministro albanés, Edi Rama, la importancia del aeropuerto radica en que será "una gran fábrica de desarrollo y creación de empleo" y un impulso al turismo masivo de sol y playa.

"Un euro invertido en el aeropuerto devolverá 23 euros a la economía albanesa", asegura Rama.

La mayoría de los campesinos ganaderos de la aldea de Akerni, la más cercana a la futura pista del aeródromo, están a favor pues creen que les traerá empleo y ganancias por la venta de terrenos salinos inservibles, con lo que esperan salir de la pobreza.

El aeropuerto será construido por la compañía suiza "Mabetex International" del empresario y político kosovar Behgjet Pacolli y el grupo turco YDA, que a comienzos de marzo ganaron la concesión para la construcción y para su gestión durante los próximos 35 años por una inversión de 103 millones de euros.

"Es la mayor inversión de una compañía privada en la región balcánica", resaltó Pacolli, quien espera que el aeropuerto esté completado dentro de 2 años.