Philippe Squarzoni: El crecimiento económico es necesariamente depredador

La novela gráfica del momento, "Cambio de clima" (Errata naturae), incide en lo irreversible del cambio climático, aunque su autor, Philippe Squarzoni, confiesa en entrevista con Efe que no quiere que “el cómic sea una forma fácil de entrar en temas difíciles”.

"Me pregunto más bien lo que aporta el formato documental a los cómics en general. Y no al revés. Lo contrario sería extraordinariamente reduccionista", abunda Squarzoni (Ardèche, Francia, 1971), autor de varios ensayos gráficos ("Garduno, en temps de paix", que le valió el Premio al Mejor Guion de Angulema, o "Zapata, en temps de guerre", entre otros).

Por otro lado, reconoce que en los encuentros que ha tenido con lectores sí ha comprobado que "la lectura de este cómic les produjo una suerte de sacudida", tal como le sucedió a él con las lecturas que hizo para documentarse. "Así que puede que haya dejado unos cuantos lectores turbados", añade.

"Cambio de clima" le ha llevado seis años entre la primera fase de documentación, sus lecturas de investigación, las entrevistas que realizó -un total de nueve expertos en cambio climático y su contexto socioeconómico-, la redacción del guion y, finalmente, "y esto es lo más largo; el dibujo de todas las páginas", agrega.

El espíritu documental de la obra no elude su carácter autobiográfico: él es el protagonista del cómic y reconoce que, como en los pasajes de su infancia incluidos en sus páginas, ya no puede "mirar de manera inocente" al saber hasta qué punto, de forma invisible, se han dañado los entornos naturales "y desequilibrado los grandes sistemas en los que se sustenta este planeta".

"Una de las cosas que quizás ha cambiado es precisamente el hecho de tener estas preguntas en el fondo de la mente, y que aparezcan cada vez que miro un paisaje o admiro un amanecer", prosigue.

AQUÍ ES DONDE ESTAMOS

Squarzoni sitúa en la Revolución Industrial el origen de la degradación del planeta pero no cree que sea posible ni que tenga sentido pensar en una historia alternativa a la que ha vivido la sociedad del desarrollo.

"Aquí es donde estamos -sentencia-. Ahora se abren varios caminos ante nosotros. Podemos seguir como antes, tan solo fingiendo que cambiamos cosas, que es el camino en el que nos encontramos, o virar de verdad hacia un modelo de sobriedad energética teniendo en cuenta las necesidades de las sociedades más pobres, que deben tener acceso a la energía".

Sobre todo, y como señala, cuando el crecimiento económico no es compatible con el mantenimiento de la naturaleza porque "es necesariamente depredador y, en contra de lo que se ha querido creer durante mucho tiempo, los recursos son limitados y el planeta tiene límites claros a la hora de almacenar nuestros desechos".

"Tenemos que integrar todas estas nociones en nuestros criterios de desarrollo (el coste ecológico, los límites del bienestar...) y aceptar una modificación sensata de nuestras expectativas y de nuestra relación con el consumo", dice.

En las casi 500 páginas de "Cambio de clima" hay urgencia y apenas hueco para la esperanza. Philippe Squarzoni apremia, puesto que, como asegura, las "emisiones son cada vez más altas, a pesar de todos los compromisos adquiridos en las diferentes cumbres internacionales".

"Probablemente –continúa- reaccionaremos demasiado tarde, cuando las catástrofes se vuelvan demasiado comunes. Y no olvidemos que hay un efecto de retraso entre nuestras emisiones y las consecuencias que estas producen 20 y 30 años después. Así que si esperamos a las manifestaciones más severas para reaccionar, será precipitado y demasiado tarde. Debemos actuar antes de superar un punto de no retorno que está cada vez más cerca. El IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático) nos da 3 años", concluye.