“Un reto fundamental es que terminemos el año, 2011, con una candidatura para la presidencia de la República decidida en unidad con métodos que todo mundo acuerde y acepte y salgamos con un solo candidato”, aseguró.
En entrevista, Zambrano hizo una recapitulación de los resultados obtenidos en los pasados comicios y expresó su visión sobre el futuro del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Señaló que es urgente para el PRD reorganizarse, reestructurarse, actualizar sus planteamientos y adoptar una actitud “institucional” ante los conflictos internos derivados de su pluralidad, para deshacer la imagen de “partido rijoso” ante la sociedad.
Consideró que el proceso electoral del pasado 3 de julio destacó por la intervención de los gobernadores y los recursos públicos a favor de los candidatos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), lo cual, dijo, demuestra que la transición democrática lograda en el 2000 está “estancada”.
Afirmó que luego del año 2000, el antiguo poder hegemónico de la figura presidencial se fragmentó y se reproduce ahora en los gobernadores, “queson son como virreyes o presidentitos del viejo régimen” en sus respectivos estados e intervienen directamente en las elecciones.
“Es necesario reiniciar la transición democrática. El PAN y el PRD, cuando ambos éramos oposición, articulamos una buena cantidad de ejes que permitieron las reformas del 96, a partir de las cuales el PRD pudo ganar el gobierno del DF y el PAN la presidencia de la República, pero esos avances quedaron atorados” recordó.
Por ello, agregó, es necesario trabajar en un programa de gobierno que de continuidad a la transición pero, la estructura de los partidos de izquierda que integran el Diálogo para la Reconstrucción de México (DIA) no es suficiente y se necesita unir a sectores más amplios de la sociedad.
Estimó que igual que el país "el PRD debe reorganizarse, reestructurarse y adoptar una actitud más institucional, actualizar planteamientos. Está obligado a dejar la imagen de partido rijoso y que no parezca que cada vez que discutimos las diferencias nos ponemos al borde de la división”.
En ese sentido recordó que luego de la pasada derrota electoral, en Partido Acción Nacional (PAN) “todos cerraron filas” con el dirigente Gustavo Madero, lo cual no sucedió en el PRD pero reconoció que la discusión postelectoral “no fue tan estridente como otras veces”.
Sobre una eventual alianza con el PAN en el futuro, omitió dar una opinión clara, pero defendió la decisión tomada en el Estado de México para competir unicamente coaligados con el Partido del Trabajo (PT) y Convergencia.
“En 2010 defendí las alianza amplias con las que se ganaron Oaxaca y Puebla, pero en 2011 había un mayor peligro de división y se prefirió apostar a la unidad interna del PRD.
“Pero está demostrado que las fuerzas izquierdas solas no garantizan el triunfo, pero hay que cuidar que no haya divisiones internas”.
Por ello consideró que los grandes retos del PRD son ganar las elecciones en Michoacán; mantener la unidad interna asumiendo una actitud institucional; reestructurar sus planteamientos para acercarse a otros sectores de la sociedad, y sobretodo finalizar el 2011 cuna una candidatura presidencial competitiva definida por consenso.