El dirigente indicó asimismo que la FEI está "muy preocupada" por lo que aconteció al final del asalto contra el alemán Britta Heidemann, en el que se le dio como ganadora a ésta en un último segundo plagado de irregularidades.

La espadista surcoreana se quedó llorando durante una hora en la misma pista mientras se decidió la reclamación presentada por su delegación. Luego también perdió el bronce.

"Ellos (la FEI) saben que tienen que reconocer su espíritu deportivo con una medalla especial o un premio acerca de su merecimiento, lo que aún no ha sido decidido", apuntó Park.

"En la esgrima, el tiempo es en segundos, no como otros deportes como la natación y puede haber un error humano", dijo el presidente surcoreano, quien, respecto al caso del jugador de fútbol suizo Michel Morganella, que profirió insultos racistas a los jugadores de la selección asiática por twitter, afirmó que el jefe de misión helvético lo vio, pidió perdón y el futbolista fue enviado a casa.