En un comunicado, el fiscal general de Indiana, el republicano Todd Rokita, explicó que la aplicación viola la ley estatal al no informar a los usuarios de que el Gobierno del Partido Comunista chino podría usar su poder para obligar a ByteDance a facilitarle datos de usuarios.
En una segunda demanda, Rokita acusó además a TikTok de usar un algoritmo que está diseñado para crear adicción en los usuarios jóvenes y que promueve contenidos "dañinos" que no son apropiados para su edad.
En 2019, y como parte de su estrategia de aumento de la presión hacia China, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio un ultimátum a TikTok para que traspasara sus operaciones a empresas estadounidenses si no quería ser prohibido en el país, algo que, sin embargo, no terminó ocurriendo, y a día de hoy la aplicación sigue siendo propiedad china.
TikTok tiene más de 100 millones de usuarios en Estados Unidos y se ha convertido en poco tiempo en una de las redes sociales más populares del mundo, especialmente entre los adolescentes.
El Comité de Inteligencia del Senado de EE.UU. pidió en julio a la Comisión Federal de Comercio investigar si las Autoridades chinas están accediendo a datos de usuarios estadounidenses mediante la aplicación TikTok.
La carta, firmada por el presidente del comité, Mark Warner, y el vicepresidente, Marco Rubio, instó a la Comisión a estudiar con detalle el uso que ingenieros y funcionarios chinos podrían hacer de los datos recabados por TikTok y la empresa propietaria, la también china ByteDance.