El subcoordinador de Política Económica, del PAN, Ricardo Anaya, dijo que no se debe dar credibilidad a las declaraciones de un delincuente, toda vez que es una práctica muy utilizada entre criminales.

 “Muchísimo cuidado con dar credibilidad a las declaraciones de un delincuente, en este y en cualquier otro caso. Es una práctica común el que los delincuentes acusen a funcionarios”, aseguró.

 Señaló que si se cuenta con pruebas de estos hechos deben ser presentadas para llevar a cabo las investigaciones correspondientes y procesar a quien resulte responsable.

 El coordinador del PRD, Silvano Aureoles Conejo, consideró absurdo confiar en un documento de un delincuente confeso, sobre todo en un tema delicado, como que funcionarios públicos participen con el crimen organizado.

 “Para mí no tiene validez una carta que envíe un delincuente confeso; como un escaparate mediático sí pega, pero como una prueba real se me hace que debería desecharse simplemente por esa razón”, opinó.

 El legislador manifestó que la carta de Valdez Villarreal, "La Barbie", que asegura haber “comprado” a funcionarios del primer círculo de la Secretaría de Seguridad Pública federal, no debe ser considerada como un documento con validez jurídica, aunque serán las autoridades las que lo determinen.