"Estados Unidos está profundamente preocupado por las conclusiones preliminares de los expertos médicos alemanes de que el activista de la oposición rusa Alexéi Navalni fue envenenado", dijo el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, en una declaración.

"Si los informes resultan precisos -agregó-, Estados Unidos apoya el llamado de la UE para una investigación exhaustiva y está dispuesto a ayudar en ese esfuerzo".

Los exámenes practicados a Navalni en el hospital universitario de La Charité de Berlín, a donde el opositor fue trasladado desde la ciudad rusa de Omsk, refuerzan la idea de que hubo un envenenamiento, según el centro médico, que apuntó a una intoxicación con una sustancia inhibidora de colinesterasa.

Este lunes, el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, condenó "lo que parece ser un atentado contra la vida de Navalni" y pidió a Rusia una investigación "independiente y transparente" de lo sucedido.

El Kremlin, por su lado rechazó hoy la petición de la UE de una investigación sobre el caso por considerarlo prematuro y puso en duda que el motivo de su enfermedad sea un envenenamiento.

"Para una investigación debe haber un motivo. Primero hay que encontrar la sustancia y establecer cuál fue el motivo de su estado. Por ahora constatamos que el paciente se encuentra en coma", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

Pompeo aseguró que "la familia del señor Navalni y el pueblo ruso merecen que se lleve a cabo una investigación completa y transparente, y que los implicados rindan cuentas".

"Nuestros pensamientos están con la familia del señor Navalni y esperamos que se recupere por completo", agregó.

Nalvani está siendo tratado actualmente con un antídoto, aunque el desarrollo de la enfermedad, según los médicos que lo atienden, no es fácilmente previsible y no se pueden descartar secuelas en el sistema nervioso.