Entre los restos del alud fue encontrado el cadáver de una mujer. De acuerdo con la policía, se trata al parecer de la última víctima que seguía desaparecida.
El 22 de marzo, el devastador alud destruyó decenas de casas cerca de la localidad de Oso, unos 100 kilómetros al noreste de Seattle. Debido al barro, de metros de altura, se alteró incluso el curso de un río.
La cantidad de lluvia caída durante semanas contribuyó al parecer a la catástrofe, de acuerdo con un estudio divulgado hoy por científicos. Además, mencionaron otros factores como anteriores aludes en la región que podrían haber generado el debilitamiento del barranco. (DPA)