Dijo que la medida es tan inhumana que cuatro líderes de las iglesias de la entidad –que incluyen la episcopal, católica, metodista y cristiana- presentaron una demanda para bloquearla argumentando que tipifica como delitos los actos de compasión cristiana.
La ley busca aterrorizar a los inmigrantes indocumentados en todos los aspectos de sus vidas y convertir en potenciales criminales a cualquier persona que trabaje y viva con ellos o les preste colaboración, dijeron los dirigentes religiosos.
La norma en Alabama convierte en delincuente a un inmigrante por el sólo hecho de ser indocumentado, así como criminaliza a aquellos que les den trabajo, les alquilen vivienda y no cumplan con las leyes de registro federal.
Anula cualquier contrato si una de las partes es un inmigrante indocumentado y requiere a la policía que verifique el estatus si sospechan que se encuentra ilegalmente dentro de Estados Unidos.
De la nueva medida no se escapan los ciudadanos estadunidenses, ya que si emplean a indocumentados sus negocios podrían perder la licencia de operar.
La Unión Americana de Libertades Civiles y el Departamento de Justicia catalogaron esa normatividad como una intromisión inconstitucional de la autoridad del gobierno federal por establecer y hacer cumplir leyes de inmigración.
Los funcionarios escolares deben determinar el estatus migratorio de todos los estudiantes y reportarlo al estado, según la ley de Alabama que entrará en vigencia el próximo primero de septiembre.
Cualquier persona que conociendo el estatus de un indocumentado, lo “oculte, albergue o proteja” podría enfrentar a la justicia.
El Times indicó que cualquier estado lo pensaría dos veces antes de adoptar una norma que tan vívidamente recuerda la Ley de Esclavos Fugitivos, de la era de Jim Crow, y la lucha por los derechos civiles liderada por el reverendo Martin Luther King Jr.
El diario señaló que la ola anti-inmigrante ha hecho que a muchos en este país se les olvide cómo está conformado y por lo que ha pasado.
El Times hizo un llamado al Congreso para que apruebe una reforma migratoria bipartidista que permita la regularización de millones de indocumentados.