Además, los mandatarios escogieron al primer ministro belga, el liberal Charles Michel, para presidir el Consejo Europeo, el órgano que reúne a los jefes de Estado y de Gobierno y entre los que el político tendrá que actuar como mediador.
Asimismo, nominaron a la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, la francesa Christine Lagarde, como presidenta del Banco Central Europeo (BCE), la primera mujer que ocuparía esa posición, y al ministro español de Asuntos Exteriores en funciones, el socialista Josep Borrell, como alto representante de la Unión para Política Exterior (el jefe de la diplomacia comunitaria).
Todos los cargos se decidieron por unanimidad de los Veintiocho, salvo en el caso de Von der Leyen, pues Alemania se abstuvo por el desacuerdo de los socialdemócratas que forman parte de la coalición de Gobierno.
"Los socialdemócratas hoy no han sido capaces de acordar su apoyo a la propuesta de Von der Leyen, por eso me he tenido que abstener. Esto es lo que habíamos acordado, es el proceso normal", dijo la canciller alemana, Angela Merkel, tras la cumbre.
En cualquier caso, señaló que el apoyo a la ministra alemana "era bastante obvio" entre los mandatarios y consideró que es un "buen signo que Von der Leyen parece tener mucha confianza" por parte de los líderes europeos, ya sea por su actuación en la OTAN o por el apoyo que Alemania presta en el Báltico en materia de Defensa.
Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, opinó que es "muy buena candidata" y tiene "la experiencia que requería desde el principio".
De ella elogió su "coraje y determinación en temas difíciles" y "para no ser cautiva de los intereses de poder".
Menos satisfechos se mostraron varios eurodiputados, incluidos los socialdemócratas, el segundo mayor grupo en la Eurocámara, quienes tildaron de "decepcionante" el acuerdo, que no prevé ninguno de los grandes puestos para su cabeza de lista, Frans Timmermans.
Von der Leyen necesita el apoyo de la mayoría absoluta del Parlamento Europeo para convertirse en la primera mujer presidenta de la Comisión Europea, lo que podría no estar garantizado a la luz de las reacciones de los parlamentarios.
Igualmente, necesita el visto bueno del PE Borrell, en este caso como parte del conjunto del Ejecutivo comunitario, mientras que en la confirmación de Lagarde la Eurocámara tiene un rol consultivo.
"Espero que los líderes políticos, no solo primeros ministros, harán todo lo que puedan para convencer a nuestros colegas en el Parlamento de que apoyen este proyecto", declaró el presidente del Consejo, Donald Tusk.
Cuando la cumbre europea comenzó el domingo, el mejor posicionado para convertirse en presidente de la Comisión Europea parecía ser el candidato principal ("Spitzenkandidat") del Partido Socialista Europeo, el holandés Frans Timmermans.
Sin embargo, el Grupo de Visegrado (Hungría, Chequia, Polonia y Eslovaquia) mostró su rechazo al neerlandés desde un primer momento, al considerar que como vicepresidente primero de la actual Comisión se ha entrometido en cuestiones sobre el Estado de Derecho en esos países.
Italia no tenía claro su apoyo y la candidatura del socialdemócrata, a la que había dado su beneplácito Merkel, también generó división entre algunos líderes del Partido Popular Europeo, al considerar que no debían ceder la presidencia de la Comisión Europea tras haber obtenido la victoria en las elecciones europeas de mayo.
Con ese escenario, que llevó a prolongar la cumbre desde el domingo hasta el martes, los Veintiocho optaron por reformular la propuesta y situar a Von der Leyen como candidata para presidir el Ejecutivo comunitario.
Aun así, la actual ministra de Defensa germana piensa proponer a Timmermans como vicepresidente de la Comisión, cargo para el que también nominará a la candidata de los liberales para liderar la CE, Margrethe Vestager, comisaria de Competencia en la actualidad.
Los líderes se habían propuesto mantener un equilibrio de género y de partidos políticos, así como geográfico.
Con aspirantes de Alemania, Francia, España y Bélgica, no parece que hayan logrado el objetivo, pues faltan nombres de Europa del Este.
Sin embargo, Tusk dijo esperar que el Parlamento Europeo escoja como presidentes a países de esa área del club comunitario.
Igualmente, agregó que la intención de los líderes es que los primeros dos años y medio de legislatura el cargo de presidente del PE lo ocupe un socialdemócrata y los otros dos años y medio un miembro del Partido Popular Europeo.