Naranjo, que fue director de la Policía Nacional y ahora combina su tarea de negociador con el cargo de ministro consejero para el Posconflicto, dijo que la decisión del presidente Juan Manuel Santos es empezar a estudiar este punto, sin que eso signifique que se esté bajando la guardia frente a la guerrilla.
"No hay que crear falsas expectativas", dijo el oficial en retiro al referirse a opiniones de analistas que consideran que el anuncio de Santos sobre el inicio de la discusión de este punto implica que el final del proceso de paz está cerca.
No obstante, el integrante del equipo negociador del gobierno dijo que llegar a esta instancia indica que el diálogo entre las partes está madurando y "va en la dirección correcta".
Santos se refirió al tema la noche del miércoles en una alocución por radio y televisión en la que destacó los avances de las negociaciones con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 2014 y vaticinó que 2015 puede ser el año del final del conflicto en su país.
"Este puede ser el año en que termine el conflicto armado que hemos sufrido por más de medio siglo", dijo Santos, quien ha destacado el gesto de las FARC de iniciar desde el pasado 20 de diciembre una tregua unilateral indefinida.
El mandatario ha señalado varias veces que una posible tregua bilateral solo se presentará cuando llegue el momento de la firma de los acuerdos definitivos, con el argumento de que estudiar ese punto antes sería darle un "respiro militar" a las FARC.
Sin embargo, Santos anunció que a finales de este mes, cuando los negociadores reanuden el diálogo en Cuba tras el receso por la temporada navideña, una subcomisión bilateral se encargará a empezar a analizar el tema de la tregua bilateral.
Naranjo, al explicar el alcance de las palabras del jefe de Estado, dijo durante una conferencia de prensa en Bogotá que esa decisión no significa que desde este momento las Fuerzas Armadas hayan mermado la ofensiva contra ese grupo guerrillero.
"La decisión del presidente, que además es el mandato constitucional, es que la fuerza pública esté desplegada en todo el territorio para garantizar la vida, honra y bienes de los colombianos y para protegerlos, y en ese sentido no hay ninguna decisión que haya alterado ese mandato constitucional y esa determinación gubernamental", dijo el ministro consejero.
Asimismo, Naranjo destacó que el gobierno y las FARC deben avanzar en el estudio de lo que llamó "desescalamiento" del conflicto armado, como paso previo a la tregua bilateral y a la eventual firma de un acuerdo final.
Según Naranjo, en este punto se deben discutir "medidas como la descontaminación de campos minados, la búsqueda de personas desaparecidas y la proscripción para que ningún niño participe de la guerra", entre otras.
El anuncio de Santos sobre el inicio de la discusión sobre una tregua bilateral recibió el respaldo de la coalición de gobierno de centro-derecha Unidad Nacional, varios de cuyos dirigentes destacaron que el proceso sigue dando muestras de madurez.
Por su parte, dirigentes del partido de derecha radical Centro Democrático, que dirige el ex presidente y líder de la oposición Álvaro Uribe, así como miembros de una organización de militares en retiro, criticaron la posibilidad de que la fuerza pública cese su ofensiva contra las FARC.
El análisis de la probable tregua bilateral será hecho por comisiones designadas desde el año pasado por el gobierno y las FARC, entre cuyos miembros están oficiales activos de las Fuerzas Armadas liderados por el general del Ejército Javier Flórez.
Las partes iniciaron las negociaciones en noviembre de 2012 en Cuba y ya han llegado a acuerdos preliminares en temas como el desarrollo agrario, la participación en política de los futuros desmovilizados de las FARC y la lucha conjunta contra el narcotráfico. (DPA)