Más de 3,300 trabajadores de la empresa japonesa en Altona, en el estado de Victoria, y en otras fábricas en Melbourne y Sídney tienen previsto paralizar sus trabajo, el 15 y 16 de septiembre, medida de fuerza que se repetirá la próxima semana, a menos que la empresa satisfaga sus demandas salariales.

El presidente y director ejecutivo de Toyota Australia, Max Yasuda, dijo que las paralizaciones "causarán un malestar significativo a corto plazo y tendrá consecuencias a largo plazo para los abastecedores, comerciantes y clientes", publicó el diario "The Australian".

La empresa ofreció un aumento un 11 por ciento en los próximos tres años a los trabajadores, que ya han realizado otra huelga el pasado 3 de septiembre, pero aún no hay una respuesta por parte de los sindicatos.

"Si las operaciones en Australia no son competitivas y son percibidas como poco confiables entonces estos vehículos se fabricarán en otra fábrica de Toyota", acotó el gerente de Asuntos Públicos de Toyota en Australia, Glen Campbell.

Según el Herald Sun, la fuerte apreciación del dólar australiano también juega un papel importante en un eventual traslado de la producción de Toyota del país oceánico hacia Estados Unidos, China, Tailandia, Taiwán, Vietnam o Rusia.

Toyota, que produjo más de 119,000 vehículos en 2010, reportó 13.2 millones de dólares australianos (9.9 millones de euros) en pérdidas netas en el año fiscal que culminó en marzo de 2011.