Respecto al papel de funcionarios, los mejor evaluados son los médicos y enfermeros que atienden a los pacientes en los hospitales, pues 85% se encuentra satisfecho con su labor (48% muy satisfecho, 37% algo satisfecho); mientras que 61% se dice satisfecho con la actuación de los funcionarios que laboran en los hospitales. En contraparte, 51% dice sentirse insatisfecho con la labor de los funcionarios de la Secretaría de Salud y 54% con la labor del presidente frente a la pandemia.
Sistema de Salud público y COVID-19
El desempeño del personal médico está bien evaluado y reconocido en este periodo pandémico, pero, en contraparte, 48% considera que el trato de la sociedad hacia el personal médico ha sido malo y 41% estima que su trabajo no ha sido suficientemente valorado. Adicionalmente, 66% piensa que lo salarios que se les pagan no son justos.
El impacto del COVID-19 no solo se vio reflejado en el personal médico, 53% piensa que uno de los servicios con mayor afectación dentro del sistema de salud público fueron los hospitales que cancelaron su servicio para la atención de otros padecimientos a fin de tratar exclusivamente el COVID-19. Los pacientes que dejaron de recibir tratamiento (47%) y el abasto de medicamentos (33%), se suman a los servicios que sufrieron mayor afectación desde el punto de vista de los encuestados. En términos generales, 52% señala que el sistema de salud se vio afectado como consecuencia de la pandemia y no ha podido salir adelante, mientras que para 45% se vio afectado, pero ha podido salir adelante (el porcentaje restante no sabe o no contestó).
Evaluación del sistema de salud
A dos años de la sustitución del Seguro Popular por el INSABI, 59% de la población considera que esta fue una decisión inadecuada, 28% piensa que fue adecuada y 13% no lo sabe.
Aunque 97% conoce el Seguro Popular, 21% no está al tanto de su desaparición. En lo que respecta al INSABI, organismo de reciente creación, 26% estima que no ha cumplido con la labor de atender la salud de los mexicanos, 16% señala que ha cumplido mediocremente con su labor, para 19% ha cumplido bien con su labor y 4% indica que ha cumplido muy bien con su labor, sin embargo, una tercera parte (35%) desconoce su desempeño.
En este mismo tenor, 32% señala que, en relación con el sexenio pasado, el sistema de salud ha empeorado, e igual porcentaje considera que se mantiene igual de mal, en contraparte, para 15%, se ha mantenido igual de bien y para 21% ha mejorado.
Los aspectos específicos del sistema de salud público mexicano que tienen la peor evaluación son la programación de una cirugía, para 47% es un sistema malo y 34% lo considera regular; la rapidez de atención (44% lo evalúa mal y 41% regular) y la canalización a un hospital de especialidades (39% lo evalúa mal y 37% regular). En tanto que los aspectos mejor evaluados son estudios de laboratorio (32% los evalúa bien y 39% regular) y las asesorías a los pacientes sobre las enfermedades y sus posibles tratamientos (26% bien evaluados, 44% regular).
En cuanto a la evaluación de las instituciones de salud, 37% evalúa mal al IMSS y 38% lo evalúa como regular; al ISSSTE Estatal e INSABI 28% lo evalúan mal o muy mal la calidad del servicio y 30% regular en ambos casos, en tanto que las instituciones públicas de salud de la Defensa y Marina reciben la evaluación positiva más altas, 52% evalúa bien, pero un amplio porcentaje 34% desconoce sobre la calidad de servicio.
Y ¿cuáles son los aspectos que la población considera que debe de contar el sistema de salud pública en México? 48% señala que la atención gratuita, 42% un menor de tiempo de espera para ser referido a especialistas, 41% la cobertura de padecimientos, 39% la atención rápida.