Ban Ki-moon participó en la apertura de la Conferencia sobre SIDA que tiene lugar en Durbán, Sudáfrica.
En ese foro, Ban reconoció los avances en el combate a la enfermedad; sin embargo, recordó que aún hay 20 millones de personas que no tienen acceso a tratamientos y 13 millones no reciben el cuidado que merecen.
Además, pese que en algunos países ya no nacen bebés con VIH, muchos niños portadores del virus no reciben tratamiento.
"Llamo a la Conferencia de Durbán 2016 a marcar el compromiso de una nueva era en la que terminemos lo que hemos empezado: una era en que la respuesta tome la vía rápida. Para acabar con esta epidemia debemos cerrar las brechas que no permiten que la gente tenga acceso a los servicios y a vivir con dignidad", puntualizó.
El titular de la ONU añadió que eso requerirá una expansión de los recursos, la ciencia y los servicios.
Asimismo, subrayó la necesidad de proteger y promover los derechos de las personas portadoras del VIH, entre ellas gays, transgénero, trabajadores sexuales, adictos a las drogas inyectables, prisioneros y otros colectivos vulnerables.
Aseveró que respetar a esos grupos significa acabar con el estigma y la discriminación y, al mismo tiempo, evitar la propagación del virus y salvar vidas.
La Conferencia de Durbán reúne a unos 18.000 gobernantes, científicos, médicos, trabajadores de salud y activistas, que discutirán hasta el próximo viernes medidas y políticas que pongan fin a la epidemia mundial de SIDA.