Mientras tanto, aumenta la preocupación por el brote del virus del zika, que también se contagia por contacto sexual.
Los datos indican un aumento de los contagios de Sida (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) entre los jóvenes: el número de infectados de entre 15 y 24 años creció 40 por ciento en la última década.
Ello como consecuencia de que, a pesar de las campañas de concienciación en eventos como el Carnaval o durante Año Nuevo, cuando aumenta la promiscuidad sexual, el uso de preservativos no está del todo generalizado entre la población.
Un reciente estudio del Ministerio de Salud señala que 94 por ciento de los brasileños sabe que los profilácticos sirven para prevenir enfermedades sexualmente transmisibles, pero sólo 45 por ciento de los 12 mil entrevistados admitía haberlos usado en el último año.
Datos publicados el año pasado por el programa de Naciones Unidas contra el Sida (UNAIDS) indica que los contagios aumentaron en Brasil 11 por ciento entre 2005 y 2013.
El 47 por ciento de los nuevos infectados en 2013 de toda América Latina están en Brasil, y se estima que hay 730 mil enfermos en el país, la mitad de ellos actualmente tratados con antiretrovirales.
Se trata de una tendencia contraria al resto del planeta, donde en ese mismo período el número de infectados cayó 27.5 por ciento, de 2.9 millones en 2005 a 2.1 millones en 2013.
Expertos como Roseli Tardelli, fundadora de la Agencia de Noticias del Aids, señalan que el aumento también puede deberse a que ahora se realizan más pruebas para determinar si la población está infectada.
Las autoridades sanitarias tienen, sin embargo, un nuevo frente que causa preocupación por el desconocimiento del virus transmitido y cuyo brote tiene su epicentro en el nordeste de Brasil: el zika.
Probadamente transmisible mediante relaciones sexuales, el zika infectó a más de 100 mil personas en Brasil, el mayor número en el mundo desde que fu descubierto el brote en 2015, y los expertos alertan sobre el desconocimiento de este virus que causa microcefalia en neonatos.
Se desconoce por el momento el tiempo en que el virus permanece en la sangre del infectado y, por lo tanto, aunque los síntomas (normalmente manchas rojas y fiebre) puedan haber pasado, ello no significa que no pueda ser transmisible vía relaciones sexuales.
Por ello las autoridades sanitarias advierten de la necesidad de usar preservativos en infectados del zika por un período de seis meses, con el objetivo de prevenir que futuras madres puedan tener bebés con microcefalias asociadas al virus.
