Los análisis científicos realizados en el Centro Hospitalario Universitario de Vaud (CHUV), en la ciudad de Lausana, demuestran que al menos 25 de las 100,000 personas vacunadas con las dosis de refuerzo en Suiza padecieron picores y sensaciones similares a las que provoca una quemadura.
Las lesiones se producen mayoritariamente en las piernas de los pacientes y son más comunes entre las personas mayores de 40 años y entre las mujeres.
Según el jefe del servicio de inmunología del CHUV, Yannick Muller, la hipótesis actual es que las personas que desarrollan esta sintomatología ya estarían "predispuestas" a ella antes de vacunarse.