El director del Instituto Nacional de Geriatría, durante su Conferencia Magistral “La capacidad intrínseca como modulador en la expresión y pronóstico de las enfermedades crónicas”, explicó que el médico familiar debe tener una visión amplia de la Geriatría en el primer nivel de atención médica, cubriendo todos los aspectos del proceso de envejecimiento.
Habló de su plan de trabajo que tiene proyección a 25 años, en el que se muestra que el envejecimiento de la población es uno de los mayores triunfos de la humanidad y también uno de los mayores desafíos.
“En México crece el número de adultos mayores, lo que plantea exigencias sociales, asistenciales y económicas para las que hay que diseñar respuestas óptimas, orientadas a brindarles un estado de bienestar”, además de explicar que el promedio de vida aumentará para alcanzar 85 años en varones y 90 en mujeres.
Dijo que el problema del envejecimiento puede verse como un desafío, las sociedades actuales tienen como distintivo el creciente envejecimiento de la población lográndose la inversión de la pirámide poblacional que por mucho tiempo fue un distintivo dentro de los países con similar desarrollo al de México.
“Como consecuencia de este envejecimiento en la población, la Geriatría ha cobrado actualidad para mejorar la formación de los recursos humanos que actúan en el primer contacto de la atención médica para abordar de manera integral las necesidades físicas, mentales, sociales y funcionales de las personas ancianas”, comentó.
Por último, habló acerca de la necesidad de mejorar el control de enfermedades crónico degenerativas como la diabetes y crónicas como la hipertensión, “lo que nos ayudaría a tener un mejor registro y por ende un mejor diagnóstico en beneficio de nuestros pacientes”.