Imponen a empresa pago millonario por nexo entre talco y cáncer de ovario

Un jurado de Los Ángeles impuso a la compañía Johnson y Johnson el pago de una histórica compensación de 417 millones de dólares, por su responsabilidad al no advertir a una mujer de 63 años con cáncer de ovario terminal sobre los riesgos de usar talcos que producía.

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En 300 demandas presentadas en California y más de cuatro mil 500 en el resto del país por presuntas víctimas, la firma fue acusada de ignorar estudios que vinculaban sus talcos con casos de cáncer.

El caso clave es el de la doctora Eva Echeverría, diagnosticada con cáncer de ovario en 2007, a quien se le retiró un tumor del tamaño de una pelota de softbol, y quien no pudo asistir al juicio debido a su deteriorado estado de salud, según dijo uno de sus abogados.

En una grabación en video para el jurado, Echeverría testificó que utilizó el talco Johnson's Baby Powder desde los 11 años de edad hasta 2016, cuando vio una noticia sobre una mujer con cáncer de ovario que también había usado el producto, uno de los más conocidos de la compañía.

Echeverría testificó que si Johnson & Johnson, que obtuvo una ganancia de 16 mil 500 millones de dólares el año pasado, hubiera puesto una advertencia en su producto, habría dejado de usarlo.

Después de dos días de deliberación, los jurados otorgaron a Echeverría 70 millones en daños compensatorios y 347 millones en daños punitivos, luego que el panel del jurado determinó que había conexión entre su cáncer de ovario y el talco.

"Estamos agradecidos por el veredicto del jurado sobre este asunto y que Eva Echeverría pudo tener su día en la corte", dijo uno de los abogados, Mark Robinson.

Johnson & Johnson anunció en un comunicado que apelará el veredicto, "porque nos guiamos por la ciencia, que apoya la seguridad de Johnson's Baby Powder".

Durante el juicio, los abogados de la compañía argumentaron que varios estudios científicos, así como agencias federales como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos, no encontraron que sus productos fueran cancerígenos.

La demanda citó un estudio de 1982, según el cual, las mujeres que usaron talco en sus genitales tuvieron un aumento del 92 por ciento en el riesgo de cáncer de ovario, y el investigador principal, Daniel W. Cramer, aconsejó a Johnson & Johnson poner una etiqueta de advertencia en el producto.